
Así ha sido esta provechosa semana:
LUNES
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MARTES
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MIÉRCOLES
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JUEVES
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VIERNES
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SÁBADO
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DOMINGO
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FUTBITO
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DESCANSO
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GIMNASIO
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NATACION
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DESCANSO
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DESCANSO
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CARRERA
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Lunes: Nueva Victoria, que por cierto es el nombre de la cadena de restaurantes de uno de mis compañeros de partido (nunca está de más colar un poco de publicidad subliminal, je, je). Partido raro por la falta de quorum (si hay algún voluntario para la lista de suplentes, que dé señales de vida), jugamos 4 contra 4, tirando desde dentro del área y con portero-delantero (como cuando éramos chicos en el recreo..., ¡si es que no queremos crecer!). Este tipo de partidos me viene bien al estar en buena forma, son un correcalles de contraataques encadenados. Sólo un gol, pero muchas subidas por la banda enlazando con el delantero, di más asistencias que Magic Johnson en sus buenos tiempos.
Martes: Aunque tocaba "nadaje" regenerativo, descansé para llegar bien fresco al importante test que me esperaba el jueves. Fue una medida correcta, como luego se pudo comprobar.
Miércoles: Abdominales - 10x30, cuádriceps - 3x30 con 6 Kg y 1x25 con 12Kg, biceps femoral - 4x20 con 6 Kg, bici estática - 12 minutos. Me salté la elíptica por el mismo motivo que el entreno del martes, al día siguiente tenía un reto en el que no quería fallar.
Jueves: 1.900 metros, dentro de los cuales tenía el desafío de nadar 1.000 metros en menos de 20 minutos. Era de los pocos objetivos del año que aún no había cumplido, y que todavía era posible. Creía que no lo iba a conseguir, pero fui capaz de regular las fuerzas y mantener un ritmo constante, logrando parar el crono en 19'25". ¡PRUEBA SUPERADA! Era una marca que tenía muchas ganas de obtener, es una frontera simbólica de cara a ir nadando cada vez a un nivel más aceptable en las travesías y los triatlones. No me cansaré de decirlo: por mucho esfuerzo y dedicación que le haya puesto, sin la ayuda y el asesoramiento de Irina no hubiera conseguido llegar a este momento. ¡Muchas gracias, profe! Primera satisfacción de la semana, pero no fue la última...
Viernes: Descanso semipasivo, ya que al igual que el resto de la semana me di un paseo con las plantillas para irme adaptando a ellas. Casi una hora por el parque Infanta Elena en Sevilla Este, muy bonito y poco conocido, había mucha gente corriendo. Luego me di el consabido masaje de descarga previo a la carrera.
Sábado: Salimos Pilar y yo para Córdoba, antes hicimos parada turístico-cultural en Medina Azahara. Sólo nos dio tiempo a ver el museo y el audiovisual, pero mereció la pena, nos quedamos con ganas de más, de la próxima visita no pasa que veamos la parte principal. Luego llegamos al hotel que tan acertadamente nos recomendaron Carlos e Irina, muy buena relación calidad/precio y con una situación envidiable, con vistas a la monumental Plaza de las Tendillas. Comimos en una terraza en Gran Capitán, no faltó el inevitable flamenquín. Por la tarde paseo por la Judería con Óscar y Sonia, visitando el Zoco y la Sinagoga, merienda al lado mismo de la Mezquita... Por la noche recogida de dorsal y cena de la pasta y la fruta, de nuevo con Óscar y Sonia, y a la cama prontito a descansar.
Domingo: Coincidimos en el desayuno con Carlos e Irina, hicimos un buen repostaje previo. Llegamos a la zona de salida un poco tarde, no había forma de aparcar, me arriesgué y aparqué en la puerta de un taller mecánico (tuve suerte y no me "cascaron", ¡menos mal!). El único calentamiento fue ir a paso ligero hasta el guardarropa, antes de salir pude saludar a Álvaro y conocer a Miguel Ángel, con la "cesta de la compra" a cuestas :-D. Para salir me situé en la zona media, más atrás de lo que me gusta, pero si no haces los deberes y no llegas a tiempo, es lo que pasa.

A esa aceleración excesiva ayuda la amplitud de las avenidas del recorrido y las pendientes cuesta abajo en dirección al río, el pelotón se estira y se ensancha, cada vez es más fácil busca huecos para adelantar . Durante varios kilómetros consigo rodar por debajo de 4'30", manteniendo la respiración controlada. Cruzamos el río (Km. 3), callejeamos un poco y lo volvemos a cruzar de vuelta (Km. 5), corriendo un rato paralelos al río. A partir del 7º kilómetro me estabilizo en el entorno de 4'30", veo que las fuerzas no me abandonan y que las molestias no me afectan para seguir en buena onda. Llego al Km. 10 en 45'23", un poco mejor que en Motril, comienzo a pensar que hoy sí que puedo mejorar mi marca.

Bajo el pistón otro peldaño, comienzo a rodar entre 4'30" y 4'40", y en breve llegará la subida que decide si la prueba va a salir bien o no, en la zona de El Brillante (Km. 12 y 13). Es una subida suave pero sostenida, me sorprendo a mí mismo subiendo bastante suelto y sin tener que reducir la velocidad, es en estos momentos cuando pienso que las sesiones de gimnasio me han dado el puntito de fuerza que me faltaba para momentos como éste. Cuando terminamos de subir viene una zona donde se alternan los llanos con las bajadas (Km. 14 al 16), y sigo yendo bastante bien. Empiezo a hacer cábalas de hasta dónde podré bajar mi marca, pero todo depende de si pego o no el bajonazo...
...y ese momento llegó en el Km. 17, más tarde que en La Cartuja (Km. 11) y que en Motril (Km. 14), pero llegó. Ya estoy más cerca de aguantar bien una media maratón hasta el final, pero hoy aún no era el día. Me voy a ratos a 4'50"y a 5'00", de vez en cuando doy un arreón pero dura poco. Cuando llego al Km. 20 en 1h 32'15" calculo que si consigo esprintar un poco hasta el final puedo bajar de 1h 37'. Por un rato consigo volver a bajar de 4'30", pero de repente en una de las últimas curvas, una voluntaria nos grita "¡Al carril bici!" No sé en que estaba pensando ni a qué se refería, pero un corredor y yo le obedecemos a rajatabla, y cuando estamos dentro de él nos vemos obligados a esquivar espectadores, carritos de bebe... Entre esos regates, saltar la cinta y acordarme del árbol genealógico de la voluntaria (en ese momento en caliente no te acuerdas de que está dedicando su tiempo libre a que tú puedas hacer esta carrera), me descentro un poco, al final llego a meta en 1h 37' 27".
Por supuesto esta semana la cuento entre las positivas, así que ya vamos 4 a 2. La que viene continuaré con el proceso de adaptación a las plantillas, ahora me toca empezar a trotar con ellas, cada día un poco más. Espero que el cambio no sea demasiado incómodo, si encima de que los días que corro son pocos los tengo que acortar, acabaré convirtiéndome en uno de los que dicen esa frase tan original, que por supuesto nunca ningún conocido os ha soltado tratando de hacer la gracia: "correr es de cobardes". No, cobarde es el que no trata de superarse a sí mismo, de un modo u otro, no necesariamente corriendo.