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lunes, 28 de marzo de 2011

RICO, RICO Y CON FUNDAMENTO





Quizás alguno de vosotros haya notado algo distinto en la lista de blogs que sigo, ya que desde hace una semana aparece uno que no está relacionado con el deporte: es el blog de gastronomía de mi hermana Susana, ilustre doctora y profesora universitaria de Psicología de profesión, y gran cocinera de vocación (de ello puedo dar digna fe por haber saboreado en numerosas ocasiones sus sabrosas recetas). De sobras es conocido la importancia de la alimentación en el rendimiento deportivo, pero voy a explicaros además las muchas semejanzas entre la cocina y el deporte.











El primer paso para elaborar un apetitoso plato debe de ser contar con ingredientes de buena calidad. Existen dentro de cada tipo de alimento distintas  categorías, según tamaño, textura, sabor... Las variedades más exquisitas son las conocidas como delicatessen. Para la práctica deportiva el principal ingrediente es nuestro propio cuerpo, cada uno cuenta con unas cualidades de edad, altura, peso, sexo, condición física, fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad... Los elegidos por la diosa Fortuna nacen con condiciones genéticas  privilegiadas, si las aprovechan bien serán los deportistas profesionales. Para el resto, nuestro consuelo es que nuestro "ingrediente" va mejorando poco a poco cada vez que lo "cocinamos".




Cada alimento precisa de su propio tiempo: las frutas o verduras deben ser recolectadas en su punto justo de maduración, y los años de crianza de los animales también son muy importantes. Además, el tiempo de cocción, de fricción o de horneado correcto variará según cada uno. La variable tiempo también es fundamental en el deporte: por un lado en nuestra edad para saber qué es lo que está a nuestro alcance y lo que nos podemos exigir, y por otro lado el ser capaces de encajar dentro de nuestras obligaciones profesionales y las circunstancias personales de cada uno el hueco necesario y suficiente para poder realizar los entrenamientos que tengamos planeados.




A la hora de elegir los alimentos, también nos condiciona mucho la época del año en la que nos encontremos, pues habrá alimentos que sólo podamos conseguir en su temporada. También es importante la temperatura de los alimentos antes de cocinarlos, así como la del plato cuando se cocina y cuando se sirve en la mesa. En el deporte tenemos unos que sólo se practican en verano, otros en invierno, y según el momento de la temporada en el que nos encontremos nuestro estado de forma y nuestros objetivos variarán.




Una vez que tengamos los ingredientes precisos, deberemos de contar con una receta que los combine y manipule de la forma precisa para obtener el plato que deseamos conseguir. Dentro del deporte, cada vez toman más importancia los planes de entrenamiento bien estructurados y con las cargas de esfuerzo distribuidas y ajustadas convenientemente, con el fin de que nuestro cuerpo mejore sin "quemarse" ni "quedarse crudo".




Para poder llevar a cabo la receta que tengamos planeada, también influye mucho que tengamos a nuestra disposición una cocina bien equipada, con todos los utensilios que sean necesarios en cada paso que tengamos que realizar. Según el deporte que practiquemos, necesitaremos de una equipación y unos materiales distintos. De la calidad de éstos dependerá en parte el resultado que consigamos, pero no olvidemos nunca que lo primordial es contar con un buen ingrediente, eso no lo sustituye la tecnología ni el dinero (bueno, a veces sí con el dopping, pero no es precisamente lo más recomendable para nuestra salud, que en definitiva es de lo que se trata).


Si el plato que vamos a elaborar es un guiso, será muy importante el caldo que englobe y aglutine al resto de los ingredientes, es la clave para que sea un plato apetitoso. Al hacer deporte, nuestro "caldo" será nuestra motivación, ganas, ilusión, fuerza de voluntad... que serán los que consigan que encadenemos de forma correcta los diferentes tipos de entrenamientos, cada uno con su intensidad, tipología y objetivo buscado, y rematemos luego la faena presentando sobre la mesa un
buen resultado en las competiciones.


En cambio, cuando preparamos un segundo plato de carne o pescado, será muy conveniente acompañarlo de una guarnición o de una salsa que lo acompañe de forma adecuada, dándole a dicho plato un acabado más completo. En nuestro caso, el equivalente es la compañía del resto de competidores, los miembros del club al que se pertenezca, los compañeros de entrenamiento, la buena gente que se conoce dentro de este mundillo...


Además de contar con buenos ingredientes, todo buen plato que se precie va siempre aderezado con toques de sabores más intensos que por contraste consiguen que disfrutemos más de su sabor. Para ello contamos con la sal, el ajo, la cebolla, la pimienta, las distintas especias... Ésas son las anécdotas que nos proporcione cada entrenamiento o competición, las sensaciones vividas, la satisfacción de cumplir nuestros objetivos o el sinsabor de habernos quedado más cerca o más lejos de ello...


Finalmente, la comida debe ir bien acompañada de vino, zumo, agua, pan... ¡y para los golosos como yo no puede faltar un delicioso postre! La vida de un deportista a veces es muy sacrificada, hay que privarse a veces de horas de sueño, o prescindir de cosas que nos gustan como salidas nocturnas, eventos sociales, más tiempo de descanso... Así que después de un entrenamiento duro o de una competición importante, para que no nos hartemos y acabemos dejando el deporte de lado es muy recomendable concederse pequeños caprichos: para algunos será comer o beber algo que le guste aunque esté un poco reñido con las dietas, para otros una noche de juerga, o desconectar mediante un viaje, un spa, una tarde de sofá con película...


Me imagino que a alguno se le habrá abierto el apetito con la temática de esta entrada, sobre todo si la lee justo antes de la hora de comer, así que antes de que os pongáis manos a la obra en la cocina o de que os sentéis a la mesa a disfrutar de un rico menú, no olvidéis que del mismo modo que nuestro cuerpo rendirá mejor y se sentirá más sano si lo alimentamos con buenos alimentos, nuestra mente estará más plena y sentiremos una mayor felicidad si la alimentamos con buenos pensamientos, con la satisfacción de vivir positivamente y con la alegría de disfrutar de cada momento de nuestra vida.

lunes, 21 de marzo de 2011

UN PEQUEÑO PASO PARA EL HOMBRE...


Otra de mis aficiones aparte del deporte que aún no os había comentado es la astronomía (no confundir esta ciencia con la astrología, horóscopos y similares)  más desde un plano teórico de leer y documentarme sobre un tema tan fascinante que de observación directa, donde no he pasado de eclipses, estrellas fugaces y cometas. Para aquellos que no os hayáis enterado, este fin de semana se han conjuntado el perigeo de la órbita lunar (mayor cercanía a la tierra) con la fase de luna llena, lo cual ha facilitado unas mareas extremas (pleamar muy alta y baja mar muy retirada) como no había desde hace 30 años más o menos. Para los que no tengáis la suerte de vivir a pie de costa o no habéis tenido la oportunidad de verlo en la tele, os dejo estas fotos de muestra.


Además de tener un efecto cíclico sobre las mareas, y de ser fuente de inspiración para poetas de diversa sensibilidad y talento, o de ser capaz de desatar la imaginación de las civilizaciones antiguas en las diferentes mitologías, hay muchas teorías más o menos controvertidas sobre su influencia en distintas facetas: en las cosechas, en los partos y sobre la conducta de las personas (de ahí viene lo de lunáticos). En mi caso particular,  al ser aficionado a las cuestiones científicas, parece que me ha servido para centrarme y hacer la carrera de hoy en el Distrito Nervión-San Pablo de la forma más cerebral posible.


Tras el gran atasco por salir de los últimos que me desfondó tratando de adelantarlo en el Distrito Macarena, y sufrir la acometida que me aceleró más de la cuenta por salir de los primeros en la de Distrito Este, decidí aplicarme el viejo proverbio latino: "In Medio Stat Virtus", y en esta ocasión me he situado cerca del arco de salida pero dejando una distancia prudencial. Nuestra ciudad siempre se ha caracterizado por ser fiel cumplidora de sus tradiciones, y hoy como no podía ser menos en el primer kilómetro no ha faltado a su cita con el habitual atasco y caos mientras el pelotón se estira y cada uno se va ubicando donde le corresponde (¿es viable hacer una salida con cajones de tiempo, como en la maratón?), pero esta vez me lo he tomado con filosofía y paciencia, sólo me ha afectado en el primer kilómetro (5' 5"), en el resto he ido al ritmo que yo quería.


Por primera vez en bastante tiempo, he vuelto a sentir que yo controlaba la carrera en lugar de controlarme ella a mí, he sabido regular para no desfondarme y seguir siempre el ritmo que he considerado más apropiado en cada momento. En los kilómetros 2 y 3 he seguido adelantando a bastante gente, pero a un ritmo constante y sin cebarme, dejando que sucediera de forma natural (a 4' 20" y a 4' 30"). en el 4 se ha notado la cuesta y el puente para pasar sobre la vía del tren, y en el 5 he conseguido recuperarme del esfuerzo de la subida (los dos a 4' 40"), en el 6 he subido otra vez un poco el ritmo (4' 30"), y el 7 y el 8 he tenido la suerte de compartirlos a 4' 35" con Manolo, que hoy iba de rodaje con viaje de ida y vuelta corriendo desde su casa, el plan de Fernando está creando escuela. En el último kilómetro y medio he vuelto a apretar un poco a 4' 25", el tiempo final 43' 27", a 4' 36" de media, contando con el pequeño atasco inicial.


He quedado satisfecho no sólo por seguir recuperando mi ritmo de crucero sin forzar la máquina del todo (las molestias siguen mejorando, pero aún no han terminado de desaparecer), sino por la sensación de seguir aprendiendo a medir los esfuerzos en función de cómo me encuentre, acabando con fuerza suficiente para poder esprintar. En el apartado de encuentros, de los ya conocidos sólo vi a Manolo, pero pude conocer a Samuel (mi más sincera felicitación por su tercer puesto en su categoría, de casta le viene al galgo). Aunque no pude luego saludarlo y conocerlo, me adelantó cuando iba con Manuel un bloguero de los más singulares que hay en Sevilla, Victor, el que corre con alpargatas. Su historia es muy curiosa y ejemplarizante, merece la pena que os paséis por su blog para conocerla, prefiero no adelantaros detalles.




Como hoy yo también he caído bajo el hechizo benigno de la luna, ése ha sido el motivo de que haya elegido como título de la entrada la frase de Neil Armstrong cuando se convirtió en el primer humano en pisarla (todavía hay quien se cree la leyenda urbana de que fue un montaje). La mejora de hoy ha sido un pequeño  paso cuantitativo en cuanto a la mejora de velocidad, pero confío en que se convierta sobre todo en un gran avance en el planteamiento y manejo de las competiciones por mi parte, espero comprobar que sea cierto en la próxima carrera.

domingo, 13 de marzo de 2011

LO QUE NO TE VENCE, TE HACE MAS FUERTE





Siempre que no me sale una carrera todo lo bien que hubiese querido, me queda la crónica con un tono pesimista que me deja mal sabor de boca. Es lo que pasa por escribirla en caliente, sobre la marcha, sin una reflexión previa. Quisiera aclararos que la sensación que me queda no es de estar deprimido y hundido en la miseria. Más bien al contrario, soy rebelde e inconformista, lo que predomina es la rabia, el coraje, y la predisposición a seguir luchando para hacerlo mejor la próxima vez.




Cuando me iba de campamento los veranos, cada día teníamos un lema consistente en una frase célebre, un proverbio o un refrán que nos sirviera de guía y de referencia para las actividades que tocasen. Una de mis favoritas era la que he elegido como título de la entrada de hoy, basada con ligeras variantes en una cita de la autobiografía de Friedrich Nietzsche. Es una gran verdad que las dificultades que te van surgiendo en la vida son las que te obligan a esforzarte para superarlas y para recuperarte, si no nos enfrentásemos a ellas viviríamos siempre dentro de una burbuja.





Y esta frase se puede aplicar muy bien a los entrenamientos, cada vez que nos enfrentamos a uno de ellos supone una dificultad en forma de esfuerzo físico, la cual al superarla con éxito nos fortalece mejorando nuestra condición física y nuestro estado de forma, así como reforzando nuestra autoestima. Es el motivo de que cada vez nos guste más entrenar, nos produce una satisfacción cuasi adictiva, y es por eso que vamos necesitando subir más el nivel para que siga produciéndonos efectos positivos.





Así que tras una competición que no te deja todo el buen sabor de boca que tenías previsto, lo mejor es retomar los entrenos con más ilusión y empeño. Por ejemplo, una vez que terminé el curso de natación en Febrero, he regresado a los entrenamientos de natación en solitario. De momento por prudencia no he vuelto a usar las aletas hasta que desaparezcan por completo las molestias en los tendones, pero sí que he utilizado la tabla, pull entre piernas, remar con pulls... alternándolo con series de punto muerto, braza, espalda ... Esta mayor variedad hace que los entrenamientos sean más amenos y motivadores, cada vez voy a la piscina con más ganas.



No os había comentado que desde el mes pasado ya soy un poco menos globero: gracias a mi compañero Pedro mi bici ya luce los pedales para calas en lugar de los antiestéticos arrastres, y el pedaleo en redondo ha pasado a formar parte de la realidad. Debido a la situación delicada de los tendones, sigo con un desarrollo "blando", con el plato mediano y unos de los piñones más grandes, pero aunque sea a unos ritmos muy flojos, la cadencia y el volumen va aumentando, el objetivo de los 100 Km. está cada vez está más cerca. 




Para seguir combatiendo las sobrecargas en los muslos y el dolor de los tendones, por fin me decidí este martes a recibir un masaje de descarga. La mayoría de vosotros estaréis familiarizados con las visitas al fisioterapeuta, es como cuando llevas al coche al taller para una revisión o a la ITV, pero por si me lee algún novatillo voluntarioso como yo, deciros que conforme aumenten el número de sesiones de entrenamiento semanales y la duración e intensidad de éstos, cada vez será más necesario que acudáis a esta técnica regenerativa de recuperación, os permitirá seguir subiendo escalones sin tropezar.





En carrera las últimas sesiones, tratando de evitar volver a sobrecargarme, han sido más cortas (de media hora), pero buscando un ritmo vivo, a ver si luego soy capaz de mantenerlo en carreras más largas. Tal y como está el tiempo, busco el hueco aunque sea con calzador, la ventaja de ser una sesión tan corta es que es posible realizarla en cualquier momento del día (levantándose un poco más temprano, a mediodía retrasando un poco el almuerzo...), así que a pesar de que la posibilidad de lluvia ha estado estos días siempre presente, a poco que diera una pequeña tregua ya estaba lanzándome a la carga como el séptimo de caballería.




Bueno, espero que vuestros entrenamientos también estén dando sus frutos, que se acercan las fechas decisivas para varias citas importantes: para los más valientes comienzan las pruebas de "media" (a mí ésto me suena de cachondeo) distancia: ICAN de Marbella, Elche, Lisboa... Para muchos una cita muy especial, el Triatlon de Sevilla, allí fue mi debut y el volverme a enfrentar a él, en esta ocasión en  distancia Sprint, tendrá un significado especial, será como completar el círculo y comenzar una nueva vuelta en espiral ascendente, a partir de ahora volveré a enfrentarme a pruebas que ya he disputado en las cuales el objetivo ya no será sólo acabar, sino mejorar mi resultado del año anterior. El ser humano es por naturaleza ambicioso, y esa premisa ha sido la clave, tanto para lo bueno como para lo malo, de nuestra evolución.

domingo, 6 de marzo de 2011

ESTA VEZ ME HE QUEDADO SIN EXCUSAS


Hoy se ha disputado la segunda carrera de Distritos de Sevilla, concretamente la del Distrito Este, el que me corresponde ahora por residencia. La salida se encontraba junto al agradable pero un poco descuidado Parque Amate, a dos pasos de mi casa, así que por primera vez no tenía que coger el coche para acudir a una carrera. Eso me sirvió para aprovechar y desplazarme haciendo el calentamiento a ritmo tranquilo, al trote cochinero más propio de un árbitro de los de panza incipiente, con una breve parada en el guardarropa para soltar el macuto con el chandal.



Antes de salir quedé con un compañero de trabajo, Javier, ya veterano de la Nocturna (tiene ya cuatro en su haber), y que gracias a las tertulias de los desayunos junto con Pedro y Diego, se ha animado a correr las de Distrito y va a debutar en el Triatlón en distancia Super Sprint en Sevilla. Desde aquí le mando mis ánimos para ese momento tan especial, ahí fue donde arrancó mi afición y en cierto modo fue el embrión de este blog. Juntos nos colocamos en primera línea, con la intención de evitar sufrir el mismo atasco de la carrera del Distrito Macarena. En los minutos previos a la salida tuvimos que aguantar a nuestro lado a un corredor inquieto que no paraba de moverse y de chocarse con nosotros, parecía que le había dado el baile de San Vito o que había metido los dedos en un enchufe, estaba deseando que empezara la carrera para perderlo de vista.



El inicio fue una auténtica salvajada, lo más parecido que he visto a las manadas de búfalos de las películas de indios. La desbandada de gente empujando, dando codazos sin consideración alguna ni por supuesto pedir perdón por ello, atropellando sin ton ni son... Se notaba que como era el último día para ir a 120 Km. por hora, el personal quería aprovechar apurando la ocasión. Sin tener intención de ello, arrastrado por la estampida, hice los primeros kilómetros más rápidos de la cuenta, algo que luego pagaría con creces.



Debido a esa salida fulgurante, me encontré cerca de la parte delantera, y gracias a ello pude ver a muchos compañeros blogueros con mejor ritmo que yo, a los cuales normalmente ni les huelo el rastro. El primero en alcanzarme fue Fernando, fui tan iluso e ingenuo que al ver que iba con tranquilidad dentro de su gran nivel, traté de seguirle el paso, pero sólo fui capaz de hacerlo durante poco más de 1 Km. Cuando subimos el puente sobre la SE-30 empecé a descolgarme, y poco a poco lo perdí de vista.



A partir de aquí (Km. 4) esos ritmos tan vivos y atractivos por debajo de 4' 30"/Km. pasaron a mejor vida, y me tuve que conformar con ir entre 4' 40" y 4' 50".  Cerca del Km. 5 me adelanta Lay, con una equipación color champan muy original (con tantas equipaciones que le he visto, va a acabar fichando por El Camaleón, je, je). Un poco más adelante, los que me alcanzan son Manuel y Jose Ramón, al que por fin pude conocer en persona, aunque fue sólo por un momento, porque la pasada fue de las de arrancar las pegatinas.
 




Y es que, además del buen ritmo que ellos llevaban, los excesos del principio comenzaron a hacer mella. Como casi siempre me pasa, voy en las carreras de más a menos, por tratar de ir por encima de mis posibilidades. Aunque tengo los tendones mejor y ya apenas me molestan, he entrenado muy poco en el último mes, y me siento fuera de chispa. En los últimos 3 kilómetros y medio me desfondo hasta correr a 5' 10",  me adelanta la intemerata de gente, anímicamente me vengo un poco abajo, veo que estoy algo estancado y que si no entreno más no voy a progresar por ciencia infusa.




¡CAPICUA!

Tras llegar a meta un tanto insatisfecho, como contrapunto tuve la suerte de poder conocer por fin a Ricardo y a su amigo Javi de los Partepiedras, y también me encontré con mi tocayo Carlos. Al final he hecho prácticamente el mismo tiempo que hace dos semanas, sin atasco en la salida y sin tantas molestias en las piernas, aunque eso sí, ésta era un poco más larga. He mejorado un poco en la clasificación, pero soy consciente de que si estuviera tan "fino" como en Enero mi sitio hubiera estado más adelante, tan sólo con recuperar los 4' 30"/Km. que hice en Montequinto y en Gerena hubiese mejorado hoy en más de 2 minutos y de 200 puestos (en la de Macarena hubieran sido 3 minutos y 400 puestos). Así que en vez de quejarme tanto, ¡a ver si me pongo manos a la obra!

miércoles, 2 de marzo de 2011

BATIBURRILLO DEPORTIVO-CARNAVALESCO

Aprovechando que, como todos los años, al estar en época pre-cuaresmal nos encontramos en pleno concurso de coplas en el Teatro Falla, y que el pasado puente de Andalucía lo he disfrutado en tierras gaditanas, en la muy célebre por sus comparsas localidad de El Puerto de Santa María, la entrada de hoy tendrá muchas referencias y similitud en su estructura a esta fiesta tan divertida y con tantos seguidores entre mis amigos deportistas y blogueros, si bien con libertad y anarquía en su estructura, como si del cuarteto del Libi  "Siendo la hora, que digan Valdivia y Guerrero" se tratase. Comenzamos: luces, micro, altavoces...  ¡arriba el telón!

* PRESENTACIÓN. El que fue sin llegar a ir.

UN PAQUETE RODEADO DE KRACKS
En solitario, en lugar de en mi habitual duo-romancero con Pilar, me acerqué a Chiclana para asistir "al liquindoi"como espectador al Duatlón. Ya me hubiera gustado a mí haber participado activamente, pero en mi estado de semi-lesión preferí dedicar el puente a entrenar sin forzar el ritmo. El día estupendo con el sol fuera, el circuito muy cómodo para los espectadores por ser pequeño y recogido, pero demasiado revirado para los duatletas de ritmo. Allí pude observar lo bien que lo hizo Óscar, que se llevó el tercer premio en la categoría local (ésa que existía en los fiestas típicas gaditanas del régimen de Paquito, no Alba precisamente). También tuvo  un gran papel Lay, a punto de bajar de la hora sin estar en su forma óptima, y pude conocer a otros grandes triatletas como Daniel y David de Dos Hermanas. Me quedé sin conocer a Daniel de Jerez, otra vez será.

* PASODOBLE. Con la murga en los tendones.

De forma muy sentida y emotiva, tratando de emular a Martinez Ares, me despedí de la comparsa de nadadores con los que he compartido los dos últimos meses de curso en Hytasa. Me noto mejoras, sobre todo en el batido de piernas y en el estilo espalda, aunque esto último me sirve para los triatlones menos que la opinión del Diario de Cádiz o de la Aguja de Oro de Canal Sur para llegar a la final. Eso sí, me sale el contralto cada vez que doblo las rodillas, las aletas me han cargado mucho los tendones traseros, me tienen más mosqueados que el Antonio Martín cuando se tiró varios años sabáticos.




* TANGO Y CUPLE. Así rodaba, así, así.

Pues en la bici sigo igual, rodando así, así. He hecho dos entrenos "larguitos" para mi nivel, 45 Km. el sábado y 72 el lunes, pero con un ritmo más lento que la carroza de un coro el domingo en la Plaza de las Flores. Eso sí, disfruté circulando por unos recorridos de categoría, con grandes decorados de lujo: el sábado atravesé el Parque de Los Toruños, entre Valdelagrana y Puerto Real: es comparándolo a Doñana como el carnaval juvenil o infantil, igual de bueno pero en pequeñito. Y para que no falte (casi) ningún rincón de la bahía, el lunes no me cansé de dar vueltas y más vueltas por Rota, los sitios bonitos eran como los estribillos de los pelotazos, que por cualquier rincón que vayas te los encuentras: el carril bici hasta Costa BallenaPunta Candor, Parque de la Almadraba...  Caxaira, Matraca, Barroso, y demás deportistas roteños, envidia me dais, ¡así da gusto entrenar!


* POPURRI. Es igual pero no es lo mismo.

Tenía intención el domingo por la tarde de correr a ritmo alegre y chitigotero, pero al final nasti de plasti, se me echó el tiempo encima, y fue sustituido por un laaaaaargo paseo que duró más de la cuenta por las urbanizaciones del Puerto, incluyendo una visita clandestina (parecía una chirigota ilegal) a la casa de ejercicios de los Jesuitas. Las vistas de la playa desde su mirador son para quitarse el sombrero, más espectacular que la reina de las ninfas. Buena panorámica como en el Paraíso del Falla, pero con mucho silencio y tranquilidad, sin el bullicio del gallinero, sólo se escuchaba a lo lejos el suave murmullo de las olas rompiendo en la orilla. Fueron tres horas callejeando, hasta Vistahermosa ida y vuelta, Pilar y yo acabamos más cansados que el que tira las cervezas en el ambigú.


Y antes de que me descalifiquéis por pasarme de tiempo, o peor aún, me penalicéis borrándome de vuestra lista de blogs favoritos (¡no, por favor!), me despido de mi querido público, deseando que os divirtáis con el deporte y con estas fiestas. Dicen que todo el año es Carnaval, y es justo ahora cuando la gente se quita la careta y se muestra como verdaderamente es en realidad. Para nosotros, todo el año es triatlón, o duatlón en invierno o acuatlón en verano, o maratón/media maratón de vez en cuando o carreras populares casi todos los fines de semana, o ciclismo, o natación ... Lo importante es que siempre encontremos tiempo para disfrutar de la vida, que la vida son cuatro días... y ya sabéis como acaba la frase, ¿no?