Tri-seguidores de este blog

martes, 2 de agosto de 2011

NI HAY QUINTO MALO, NI A LA TERCERA FUE LA VENCIDA

Reconozco que no estoy cumpliendo con mis propósitos veraniegos que os anuncié de competir menos y entrenar más, pero es que la dorsalitis es más fuerte que yo, y la ocasión de comparar los resultados con los del verano pasado es muy tentadora. Si a ésto le sumamos las buenas sensaciones de las últimas semanas, es lógico que siga en la misma tónica. Os cuento el doblete de este último fin de semana, el quinto del año y el tercero del verano.



VI Travesía a Nado de Costa Ballena: Prometedor Prólogo Producto de una Prolífica Proactividad.


"Pro" eso, je, je. Lo que quiero decir con este trabalenguas es que la travesía salió muy bien, y que confirma que gracias a los entrenos con Irina estoy recuperando el buen camino del año pasado. Es bueno saber cuáles son tus puntos débiles para poder combatirlos, en natación siempre he estado un poco flojo, y aunque el año pasado a base de mucho volumen y de documentarme por Internet algo mejoré, un pequeño parón en otoño me hizo perder la chispa. El cursillo de Enero y Febrero me hizo sentirme otra vez un poco mejor, pero la combinación gimnasio-natación no la regulé bien, y nuevo bajonazo en primavera.




Antes de arrojar la toalla y autodeclararme negado y en estancamiento crónico, decidí recurrir a la ayuda de mi profe particular, y la mejoría está llegando. Poco a poco, pero lo hace, y espero que esta vez sea para quedarse para siempre. Ya en Cádiz noté un avance en la velocidad, y a base de series estoy trasladándolo a la resistencia. El sábado acudí con Pilar a la travesía para comprobar si ya notaba la diferencia, allí estaban también Irina y Carlos, acompañados por una pareja de amigos de la gran nadadora, ¡con camisetas personalizadas y todo! Eso de tener club de fans tiene que estar guay, te hace sentir como los famosos :-D






Empiezan a llegar el resto de los participantes, se nota en la fisionomía quiénes son los especialistas de los clubes, el resto somos "el relleno" con más voluntad que talento. Tal y como pasó en el cross, se nota la bajada en la participación (de 150 a 79), a la gente le cuesta gastarse 5 euros para apuntarse a una prueba, pero está dispuesta a pagar más por una copa, qué se le va a hacer. Calentando nos damos cuenta de que la llegada está llena de rocas, se lo comento al organizador para que lo avise por el megáfono y evitar en lo posible que haya muchos descalabros. Me coloco en segunda fila para no recibir mucha leña, dan la salida y: ¡al agua, patos!





Desde el principio me propongo alejarme de los mamporros y dedicarme a lo que he venido, a nadar. Intento mantener la concentración y que la técnica sea la correcta: brazos muy adelante, remar hasta atrás del todo, pies los justos y necesarios... Regulo bien, ni me cebo en la salida ni me desfondo al final. Antes de lo que me esperaba, ya estoy en la boya de giro para salir, las olas me ayudan a acercarme a la orilla, ando con mucho cuidado esquivando como puedo las rocas. Al salir recibo los ánimos de Pilar, Irina y Carlos, un pequeño sprint sin mucho fuelle y cuando miro el reloj al llegar al arco de meta: ¡18' 47"! ¡He bajado más de 3 minutos el tiempo del año pasado!








Me cuesta creérmelo, no sé si la distancia está mal medida o si es que me ha ayudado la corriente, el drafting, el viento... Hoy viendo la clasificación noto que he avanzado algo (de percentil 81 a 76), y se supone que los que más se han borrado por los 5 euros son los aficionados populares como yo, no los de los clubes, así que es un buen resultado. Cada vez me voy dando más cuenta de que es más importante entrenar bien que mucho pero mal (el año pasado llevaba más del doble de kilómetros nadados). Irina sí que hizo una gran travesía de verdad, ganando el trofeo a la mejor de su grupo de edad (al día siguiente, en Cádiz, también lo consiguió). ¡Éso sí que es un doblete en toda regla!




Antes de cerrar la primera mitad de esta crónica, quiero rendir un pequeño homenaje a los dos nadadores de la fotografía que demostraron cómo para hacer deporte no vale ningún tipo de excusas del tipo: "estoy mayor, estoy muy gordo, no tengo tiempo..." Cuando se tiene voluntad, las ganas suplen lo que haga falta. Dieron un gran ejemplo a todos los allí presentes, casos como el suyo tienen que ayudarnos a darnos cuenta de que las limitaciones sólo existen si nosotros así las consideramos y no hacemos nada por superarlas.





I Triatlón Olímpico Pirata Los Merones: Sobre una nube a nivel del mar.


Si la travesía del sábado me dejó un muy buen sabor de boca, el triatlón del domingo ya me dejó en un estado de euforia del que aún no he salido. Buen madrugón que nos pegamos (¡sorry, Pilar!) para estar allí a tiempo. Menos mal que fui con margen, porque al final la prueba empezó con adelanto y todo. Estábamos citados en el Parque Atlántico de Rota, allí Óscar me dejó su trimono, ya que en La Barrosa recibí el título de Hijo Adoptivo Chiclanero, qué menos que corresponder a dicho honor que corriendo por un día portando los colores del club local, je, je. Otros felices reencuentros para alegrar la mañana con Lay, Jonnathan, Manu y Tomás de Los Merones... Calculo que éramos alrededor de 40, con una única y valiente representante del género femenino, Raquel. Su cara ya me suena del año pasado porque también se apunta a todas las pruebas del Verano Deportivo Roteño.



Tras dejar todos los tri-aperos y a Paca bien colocados, paseíto por la playa, con sprint incluido para alcanzar al grueso del grupo que se había adelantado. Charlo con Lay para tranquilizarme, me cuenta sus entrenos titaneros y me hace un mini-briefing del recorrido, menos mal porque si no la hubiera liado aún más parda de lo que luego estuve a punto de hacerlo, pero no adelantemos acontecimientos. Observo al resto de participantes, lo neoprenos son mayoría absoluta de largo, así que en la natación vuelvo a colocarme por detrás para no recibir manteca, estopa, cera y abrillantado.



Se da la salida a viva voz, lo hago de forma cómoda al situarme con prudencia y ser un grupo pequeño. Únicamente recibo un abordaje por babor, golpe de timón a estribor y evito que me "engarfien". Me esfuerzo por no separarme mucho del pelotón, voy bastante bien, y no noto demasiado el cansancio en los brazos del día anterior. Trato de juntarme a alguno y de aprovechar su estela, lo más que consigo es que me marquen el ritmo para no dormirme en las musarañas. Por un momento creo que voy el último, pero en la boya de salida veo de reojo que llevo a unos pocos por detrás. Al salir del agua, miro el reloj y nueva sorpresa: ¡28 minutos! ¿Medición, corriente... o es que de verdad estoy mejorando tanto? Hasta que no haga tiempos similares en la piscina no me lo creeré del todo.






NOSOTROS LAS TENIAMOS
 UN POCO MEJOR COLOCADAS
Llegando a boxes me cruzo con Jonnathan y también veo salir a Lay, así que es verdad que lo he hecho bastante bien, si tampoco me han sacado mucho tiempo... Aún quedan un puñado de bicis, es un detalle que empieza a animarme. Sé que necesitaré ayuda de los que me vayan adelantando para no perderme y además mantener un buen ritmo. Gel para el buche y a la calle a darlo todo. Como podréis ver en los videos, mis transiciones son "espectaculares" por patateras y "fulgurantes", algún día me tendré que poner a entrenarlas, pero es que cuesta sacar tiempo para todo. Nada más salir a la izquierda, cojo el carril bici, y al primero que me adelanta, que es del club organizador, ya le pido confirmación de que voy por el camino correcto. Necesito ir tranquilo para poder concentrarme en pedalear a fondo y despejar dudas.

DÁNDOLO TODO
Cada vez que alguien me adelanta trato de engancharme, pero aún me falta un poco de potencia en la bici. Para no haber cogido la bici en todo Junio ni en la primera quincena de Julio (préstamo a Diego, calor, trabajo...) bastante bien lo llevo. Cuando dejamos Punta Candor, pasamos por encima de la carretera de Rota a Chipiona y nos metemos en el carril, por un momento creo que me he equivocado. Me paro a darme la vuelta, pero una moto de un voluntario me alcanza y me hace salir de mi error. A mitad del camino de ida consigo acoplarme durante bastantes kilómetros a dos Merones y a otro triatleta más. No consigo darles ningún relevo, tampoco me lo piden al verme tan justo de fuerzas. Al final de la ida se me escapan en una bajada en la que me despisto mientras bebo, trato de reengancharme pero ya es demasiado tarde. En este tramo nos cruzamos con los primeros, veo un gran pelotón con Oscar a la cabeza, con una cara de concentración que daba miedo y tó er tío, je, je.


CICLISTA PIRATA
Llego al punto de giro, compruebo que aún hay unos siete triatletas por detrás mío. Si a eso le añado los diez que ya me han adelantado en bici... ¡He salido casi en la mitad de la natación! Aún no salgo de mi asombro, ¡y sin neopreno! En el tramo de vuelta pierdo un poco de fuelle, me adelantan dos más, estoy a punto de equivocarme en otro cruce... El circuito está muy bien señalizado, pero uno es despistado por naturaleza. En las glorietas de Punta Candor me alcanza un trío en el que va Raquel, hago un último esfuerzo por llegar a boxes con ellos, mis cuádriceps ya van al límite y el cuerpo me pide el cambio de tercio. A pesar de ser de los peores (o el peor) en la bici, estoy muy contento con la media mantenida: 30,3 Km/h., 30,5 a la ida y 30,1 a la vuelta. A poco que sea un poco más regular en los entrenos, seguiré mejorando con toda seguridad.






CORREMOS HACIA LA IZQUIERDA
 HASTA EL ESPIGON...
Por fin llegamos a boxes, esquivamos a un autobús de domingueros en plena descarga, suelto la bici y cometo la globería de turno: pruebo un gel nuevo que me sabe a rayos, y apenas queda agua. Encima nos abandona la protección de las nubes, aún hay un viento fresco pero el sol comienza a picar un poco. Empiezo la carrera a pie por la playa, me vendrá muy bien para saber lo que es correr con cansancio de cara al relevo a pie del Desafio Doñana. En el tramo de ida hacia el espigón de la izquierda adelanto al trío de Raquel. Doy la vuelta en el punto de abastecimiento de agua, no me atrevo a coger por miedo al flato y a los posibles retortijones. Por fin corro al final de un triatlón sin flato, aunque noto los cuádriceps cargados mantengo un ritmo algo flojo pero constante.  Adelanto a un par de triatletas más, y ya no veo ninguno "a tiro", así que trato de regular para no desfondarme.


...LUEGO PARA LA DERECHA
HASTA PUNTA CANDOR...
El resto de la carrera voy disfrutando de lo que significa para mí lograr acabar esta prueba, saludo a los conocidos que me voy cruzando y ya van de vuelta para la meta: Oscar, Manu, Lay, Jonathan... con el resto trato de darnos ánimos mutuamente, ya sea de palabra, con las manos o aunque sea con la mirada. En el segundo giro, a la derecha del todo, sí que cojo agua, pero más que para beberla es para refrescarme la cabeza, la nuca y los brazos. Aunque no voy mal del todo, ya estoy deseando llegar a meta para saborear lo que estoy consiguiendo. Cuando lo hago tengo a un gran comité de bienvenida esperándome: además de mi querida Pilar y de mi admirado Oscar, dos  buenos amigos como son Jonathan y Manu. Iba a seguir corriendo hasta boxes, pero me aclaran que la meta era allí a pie de playa. Última parada al reloj: 52 minutos de carrera (regular, pero aceptable tras la paliza acumulada), y 2h 45' de tiempo total. Un tiempo discreto para la mayoría, pero fenomenal para mí: pensaba que iba a hacerlo peor y me conformaba con bajar de las 3 horas.



¡Y A LA META!


Nos dirigimos a boxes, allí tomamos un par de quintos de cervezas (¡estos sí que nunca son malos!) muy frescos y reconfortantes, comentamos la jugada los allí presentes, y me llevo una grata sorpresa: Pilar antes se ha encontrado con Jose Foronda, compañero del colegio y amigo de la playa en Chipiona de toda la vida. Nos ponemos al día, últimamente nos vemos poco, no tenía conocimiento de mi nueva afición y se queda bastante sorprendido. A él siempre le ha gustado mucho el deporte: futbito, natación, ciclismo... Ahora la vida familiar y el trabajo apenas le dejan tiempo para ello, pero aún está a tiempo de probarlo y ver si le gusta. ¡Anímate, hombre!


UN SEMI-PAQUETE
RODEADO DE CRACKS
Tras una T3 muy amena, recogemos los bártulos y cada mochuelo a su olivo. Algunos se van a un bar a prolongar la celebración, pero nosotros no pudimos quedarnos, en otra ocasión tocará jornada de convivencia con el club Los Merones. Desde aquí darles la enhorabuena por la gran organización de esta prueba sin contar con ningún tipo de ayuda pública, este tipo de pruebas ayudan a crear afición sin necesidad de pasar tanto por caja como en las pruebas oficiales. También quiero mostrarle mi más sentido agradecimiento a Manu por su invitación, creí que se me iba a quedar grande la prueba, pero al final fui capaz de completarla con dignidad.

Toca ahora asimilar todo lo vivido, y con más serenidad, cuando baje la marea, replantear los objetivos venideros. Ser finisher en un Olímpico era un objetivo para 2012, haberlo completado tras poco más de un año compitiendo y en mi tercer triatlón me ha dejado un tanto descolocado. Para los que sois corredores, imaginaros que vuestra primera carrera hubiera sido un 10.000, luego una media maratón y después un maratón completo. No es exactamente así porque por en medio ha habido 3 acuatlones, un duatlón, varias travesías, muchas carreras... Aun así todavía tengo un poco de vértigo. El año que viene tendré que subir un poco el listón, pero hay varias formas de hacerlo y no tengo decido cómo lo haré. Lo que sí que es seguro es que será un reto que me motive, me ilusione y me siga haciendo entrenar cada vez con más brío y energía si cabe.

13 comentarios:

Ricardo Cabrera Cosano dijo...

Estás imparable, Charlie, de verdad que me alegra verte contento, colega... A ver si prontito coincidimos en algún entreno o competición, tío. Un fuerte abrazo.

Charlie dijo...

Para Ricardo: muchas gracias, sí que se nota la alegría que te da cumplir con los objetivos que te planteas. Para las competiciones, ya sabes que en verano me apunto hasta a jugar a los chinos, arriba a la izquierda voy poniendo las que ya son seguras del todo. Y para los entrenos no tengo Facebook, pero este jueves saldré en bici con mis compañeros de trabajo, te mando un e-mail por si te apuntas.

Un abrazo y hasta pronto.

Jose Prieto dijo...

Has dado en el clavo Charlie, el dilema de siempre donde echamos los 5 euritos en correr o en una copa, bueno el cubata creo que es mas caro ¿no?. Charlie estas fenomenal, menuda profe te has buscado te va a poner en orbita. A poco que asimiles los entrenos ya veras como lo notas, poco a poco. Si vas el 14 a la carrera de Rota por allí nos veremos.
Saludos

Charlie dijo...

Para Jose: evidentemente cada uno se administra su dinero como vea más conveniente, en mi caso me cunde más en algo que me divierte y además es más sano.

La profe ha dado en el clavo, está sabiendo domesticarme y hacerme nadar con más inteligencia. Espero seguir mejorando, no sólo en la natación: en carrera áun me veo con márgen y en bici más todavía.

Para Rota ya estoy apuntado, hasta entonces un abrazo y seguimos en contacto.

Charlie dijo...

Para Leonardo: muchas gracias por hacerte seguidor oficial de mi blog, porque seguidor real ya lo eras desde hace varios meses. A ver si después de verano por fin nos conocemos en persona en alguna carrera.

Un abrazo y hasta la próxima.

Carlosgbg dijo...

Enhorabuena crack! cada vez vas a más. Las sesiones en la piscina se llevan mejor cuando vienes, pero aun asi acabamos que parece que nos va a dar algo jajaj, eso debe ser que nos esforzamos jajaj.

Un abrazo makina!

luismacorre dijo...

Me alegra que estés disfrutando del verano, y que veas la recompensa de los entrenos en los resultados que has obtenido en estas pruebas;Pero descansa un poquito, que la temporada es mu larga.

Charlie dijo...

Para carlos: ¡gracias tocayo! Ahora estoy en un buen momento, a ver si me dura por lo menos 20 añitos, je, je. Sí que nos esforzamos en la piscina cuando nos miramos a la cara es un poema, y supongo que casi un espejo... ;-D

Un abrazo y hasta la próxima.

Charlie dijo...

Para Luisma: es verdad que da mucha satisfacción lograr tus objetivos, después de todo lo que te esfuerzas entrenando para conseguirlos. Todas las semanas suelo descansar por lo menos dos días, pero para mí las temporadas son un ciclo continuo, conforme acaba una estación empieza otra con nuevos retos, y así sucesivamente.

Un abrazo y hasta pronto.

Jordi Vila Carques dijo...

Pedazo de ritmo que llevas, me alegro que todos los esfuerzos esten dando sus resultados.
Enhorabuena makinon.

Charlie dijo...

Para Jordi: muchas gracias por tus ánimos, me ha dado un subidón verme capaz de acabar un olímpico antes de lo que me esperaba. De ritmo aún tengo que mejorar, pero el fondo lo estoy consiguiendo bastante bien.

Un abrazo y hasta la próxima.

Rafael dijo...

Charlie te estas conviertiendo en un triatleta,estas en pleno proceso de trasnformacion,felicidades por ese estado de forma en verano que es cuando mas complicado es todo.
UN abrazo.

Charlie dijo...

Para Rafa: muchas gracias por tu felicitación, éste es un camino muy largo, y todo paso que vamos avanzando tiene que servirnos de ánimo para dar el siguiente.

Un abrazo y hasta rponto, a ver si nos vemos en Rota el domingo.