Antes de comenzar la crónica, donde como suele ser habitual me centro más en mis fallos y limitaciones que en los logros y los avances conseguidos, os muestro una foto que me hice en Jerez, con afán premonitorio. Debo quedarme con que se cumplieron los pronósticos, que era el objetivo principal. El resto de los detalles son secundarios, aunque a veces parezca que son más importantes. En algunas ocasiones nos dejamos llevar por lo primero que se nos pasa por la cabeza y no sabemos apreciar el momento, pero con el tiempo nos damos cuenta del verdadero valor de lo que hemos hecho y eso hace que cambien nuestros primeros juicios y valoraciones.
A pesar todos los entrenos del verano por la playa, en los últimos días es inevitable que surjan las dudas y las inseguridades. De la dureza de la prueba tenía claras referencias desde el principio, pero mi mayor preocupación era el posible calor que me pudiera sofocar y dejarme en fuera de juego. Tiene gracia, el año pasado lo que me agobiaba es que pudiera estar el agua muy fría. El caso está en que hay que comerse la cabeza... A todo esto se añadió que el lunes, aunque no debía, jugué mi tradicional partido de futbito. Por prudencia lo hice de portero, y aun así tuve una pequeña torcedura en el pie derecho. Se quedó en susto y en una ligera molestia, no me impedía correr pero hasta el sábado no tenía claro si me iba a limitar o no.
Para rematar la faena, el mismo viernes me entero de que Diego, el ciclista de mi equipo, ha sufrido un accidente doméstico y tiene el dedo gordo del pie hinchado y con un derrame impresionante. En la foto podéis comprobar el estado en el que se encontraba el viernes por la tarde. Si tuviera que correr sería imposible, pero... ¿podría pedalear a buen ritmo durante tantas horas seguidas? Otra duda saltando dentro de mi cabeza, por si no tenía bastante.
Pues con esta situación de incertidumbre me dirigí el sábado a Sanlúcar, un poco ajustado de tiempo para que la espera no hiciera mella en mi nerviosismo. Tras un desesperante atasco a la entrada, y dar varias vueltas buscando un aparcamiento lo más cerca posible de boxes, llamo a Javi, nuestro nadador. Me dirijo a donde se encuentra su mujer, y cuando llego, ¡Diego ya está allí! Ha hecho un gran tiempo y ha sido capaz de superar su lesión, no le he visto entrando en meta, que es lo mínimo que debía de haber hecho para recompensar su esfuerzo.
Cruzamos en la barcaza para esperar a Javi y empezar mi carrera. En ella conversamos con dos deportistas: un triatleta del equipo Tri Alandalus (compañero por tanto de Alvaro, Paco y Jordi) que se había retirado casi al final del tramo ciclista por culpa de dos pinchazos en sus tubulares (la mala fortuna es muy injusta con algunos deportistas, hasta ahora no me puedo quejar demasiado) y una corredora de Chipiona que había venido a animar a amigos suyos, habiéndose quedado con las ganas de haber participado por relevos (espero que el año que viene encuentre a dos valientes con los que poder compartir esta experiencia).
Poco a poco consigo mantener la calma y situarme en el ritmo de crucero que me había propuesto, entre 5' y 5'30". Correr por la playa es muy bonito y agradable, pero desgasta los músculos mucho, y hay que reservar un poco las fuerzas. Una suave brisa del noroeste es más beneficiosa por lo que nos refresca que perjudicial por lo que pueda frenarnos. Me voy parando en todos los avituallamientos, pienso que comiendo y bebiendo un poco en cada uno de ellos no tendré problemas de deshidratación ni de pájaras. A medida que avanzo voy alcanzando a algunos corredores que van por delante mía. Unos pocos son relevistas, la mayoría son de individuales que, con toda la paliza que llevan encima, lógicamente van más castigados y algunos van andando prácticamente desde el principio.
Alcanzo el kilómetro 15, el ecuador de la carrera, en aproximadamente 1h 20'. Voy dentro del plazo previsto, había calculado tardar entre 2h 45' y tres horas. Pero a partir de aquí la situación cambia de forma drástica: ya en los últimos kilómetros se estaba notando cómo la marea iba subiendo y había que sortear vaguadas para no mojarse los pies, pero desde este punto hay un par de kilómetros donde no queda arena mojada por donde correr. Hay que ir andando a trompicones por la arena seca, tratando inútilmente de trotar, con mucho desnivel lateral. Al final me veo obligado a andar, no por cansancio, sino porque el terreno no te permite otra opción.
Es muy frustrante ver cuánto tiempo pierdo en estos dos kilómetros y pico (¡voy a más de nueve minutos de ritmo!), y andar por la arena blanca es tan sólo un leve descanso para los pulmones y el corazón, porque las piernas sufren incluso más por el esfuerzo que conlleva dar cada paso. Cuando por fin se abre un pequeño hueco para correr, la arena está a ratos ondulada, no hay quien mantenga un ritmo y hay que estar vigilando continuamente las olas para que no te "enganchen", porque ir con las zapatillas y los calcetines mojados, además de aumentar el riesgo de ampollas, no es muy recomendable: entre otras cuestiones aumenta el peso que hay que levantar en cada pie.
Si en los últimos kilómetros he notado que hay más gente en la playa que nos anima, algo que se agradece mucho a estas alturas de la película, los dos últimos kilómetros en el paseo marítimo son muy gratificantes: todo el mundo te aplaude y reconoce tu esfuerzo, saben lo que llevas a tus espaldas y el mérito que tiene. Cada paso cuesta darlo una barbaridad, pero sé que son los últimos para lograr el reto. Empiezo a escuchar de fondo la megafonía, entro en el tramo de vallas y en la alfombra... Cruzo la meta ondeando la gorra que me ha acompañado todo el verano, protegiéndome del sol: ¡SOY FINISHER!
Las sensaciones, como os podréis imaginar, son contrapuestas: muy contento por haber sido capaz de acabar una prueba de este calibre, aunque un poco insatisfecho con el tiempo (3h 17') y con el hecho de haber hecho una parte andando, lo cual no entraba en mis planes. Como atenuante no contaba con el obstáculo de la marea alta, que a pesar de frenarme no consiguió vencerme del todo y logré llegar aunque fuese a duras penas. Lo considero un buen ensayo para la maratón, ya sé que además de reforzar las rodillas necesito fortalecer los cuadriceps, en la bici también son mi caballo de batalla para progresar, que es en definitiva el objetivo primero y último de todo este camino.
¡CHAPEAU! |
Cruzamos en la barcaza para esperar a Javi y empezar mi carrera. En ella conversamos con dos deportistas: un triatleta del equipo Tri Alandalus (compañero por tanto de Alvaro, Paco y Jordi) que se había retirado casi al final del tramo ciclista por culpa de dos pinchazos en sus tubulares (la mala fortuna es muy injusta con algunos deportistas, hasta ahora no me puedo quejar demasiado) y una corredora de Chipiona que había venido a animar a amigos suyos, habiéndose quedado con las ganas de haber participado por relevos (espero que el año que viene encuentre a dos valientes con los que poder compartir esta experiencia).
Tras llegar a la otra orilla los últimos minutos de espera se hacen eternos, con un ligero avituallamiento para que no me falten las energías desde el principio. Por fin llega Javi, con un buen tiempo para haber nadado con una corriente mucho más desfavorable que en la edición anterior. Me pasa el chip, nos hacemos una foto rápida de equipo y arranco a correr, tratando de tranquilizarme y de disfrutar del momento. Los primeros kilómetros tengo que ir frenándome, voy por debajo de 5 minutos el kilómetro, y ese ritmo sé que no es sostenible para mí durante todo el recorrido. Debo de conservar fuerzas para todo lo que me queda por delante.
Poco a poco consigo mantener la calma y situarme en el ritmo de crucero que me había propuesto, entre 5' y 5'30". Correr por la playa es muy bonito y agradable, pero desgasta los músculos mucho, y hay que reservar un poco las fuerzas. Una suave brisa del noroeste es más beneficiosa por lo que nos refresca que perjudicial por lo que pueda frenarnos. Me voy parando en todos los avituallamientos, pienso que comiendo y bebiendo un poco en cada uno de ellos no tendré problemas de deshidratación ni de pájaras. A medida que avanzo voy alcanzando a algunos corredores que van por delante mía. Unos pocos son relevistas, la mayoría son de individuales que, con toda la paliza que llevan encima, lógicamente van más castigados y algunos van andando prácticamente desde el principio.
Van pasando los kilómetros y me sigo encontrando bien, el ritmo es bastante constante y aún no me pesa la distancia acumulada. Soy adelantado por algún relevista más rápido que yo, un breve saludo y se va convirtiendo en un punto de color cada vez más lejano y pequeño. Me distraigo con el bello paisaje de esta playa virgen, donde se te pierde la vista en el horizonte sin que rompa el paisaje ninguna construcción humana. Observo a las bandadas de gaviotas posadas en la orilla, disfrutando apaciblemente de la hora de la siesta mientras nosotros sudamos y gastamos nuestras energías corriendo. Paradojas de la evolución, su postura es a todas luces más inteligente...
Hacia el ecuador de la prueba, cuando los corredores estamos cada vez más espaciados y los adelantamientos se vuelven menos habituales, alcanzo a Antonio. Lleva los cuadriceps muy machacados: la bici le ha pasado factura, pero va bien dentro de lo que cabe, no dudo de que conseguirá su objetivo de llegar a la meta. Charlamos un rato en el que le comento que esta mañana en el blog de su club había fotos suyas en bici a su paso por Jerez, es algo que le asombra, le anima y le reconforta.
Es muy frustrante ver cuánto tiempo pierdo en estos dos kilómetros y pico (¡voy a más de nueve minutos de ritmo!), y andar por la arena blanca es tan sólo un leve descanso para los pulmones y el corazón, porque las piernas sufren incluso más por el esfuerzo que conlleva dar cada paso. Cuando por fin se abre un pequeño hueco para correr, la arena está a ratos ondulada, no hay quien mantenga un ritmo y hay que estar vigilando continuamente las olas para que no te "enganchen", porque ir con las zapatillas y los calcetines mojados, además de aumentar el riesgo de ampollas, no es muy recomendable: entre otras cuestiones aumenta el peso que hay que levantar en cada pie.
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Entre el enfriamiento de haber dejado de correr durante un buen rato y que empiezo a notar los cuadriceps agarrotados, producto de la acumulación de kilómetros y del paseo por la arena blanca, mi ritmo de carrera se ha ralentizado de manera muy preocupante. Ni siquiera llega a la categoría de trote cochinero, es una mezcla de marcha torpe o de paso semirápido, según se mire. ¡Hasta unos pequeños pajaritos, con sus diminutas patitas, corretean por la orilla más rápido que yo! A los pocos corredores que alcanzo o que me adelantan, cuando intercambio unas palabras con ellos sus impresiones son las mismas: a la dureza propia de correr por la arena, la marea alta le ha dado un plus de dificultad añadida muy considerable.
Los kilómetros siguen cayendo pero de forma muy lenta y cansina, el final de la carrera se hace interminable. Al fondo se empieza a divisar una mancha blanca: es la vista de un conjunto de casas y edificios, y significa que nos estamos acercando a Matalascañas. Pero es una sensación engañosa, sé que con el horizonte despejado las referencias de distancia siempre parecen más cercanas de lo que son en realidad. Hacia el kilómetro 23 tomo una decisión con la que nunca había tenido que enfrentarme: dejo de correr y comienzo a caminar. No cuento los dos y pico anteriores porque fue por las circunstancias del terreno, no por mi situación personal. Ni siquiera en la carrera de Écija, que fue en la que más sufrí, llegué a esa situación: entonces eran dolores más agudos pero me encontraba más cerca de la llegada, a base de apretar los dientes acabé como pude. En esta ocasión no es dolor, es la sensación de impotencia de que mis intentos por tratar de correr apenas dan fruto, voy prácticamente al mismo ritmo que si estuviera andando.
LA PLAYA ESTABA (CASI) DESIERTA... |
Los tramos en los que camino en vez de correr son intercalados, es cuando aprovecho para charlar con otros "correandadores" a los que alcanzo. Todos vamos igual de reventados, la playa se ha cobrado su tributo y ha sido capaz de vencernos a medias. A uno de los que adelanto vaya tan roto que le da igual que las olas le empapen completamente los pies, trata de llegar arrastrándose más bien con los restos su voluntad que con los de sus fuerzas, ya prácticamente agotadas. Una vez que llego al último avituallamiento en el kilómetro 27 me propongo no parar de correr con excepción del tramo de arena blanca que hay cuando se abandona la playa y se entra en el paseo marítimo.
...EL MAR (INTENTABA) BAÑAR MIS PIES... |
...CORRIENDO POR MI MEDALLA
DEL DESAFIO DOÑANA FINISHER
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Como si fuera una estrella en vez de un corredor del montón, el speaker me entrevista. Aparte de decir que estoy contento por haber acabado y lo duro que ha sido correr con la marea alta, poco más puedo añadir. Cuando me pregunta si es mi primer Desafío Doñana, le digo que el año pasado hice la natación. La siguiente pregunta es obvia: "¿para el año que viene la bici?". No tengo la respuesta definitiva, la euforia tras el Olímpico Pirata me lanzaba a pensar en hacerlo el año que viene completo, pero después de la paliza de la carrera dudo de si es mejor dejarlo para dentro de dos años.
Un rato después mía llegó Antonio, reventado pero muy contento de haberlo logrado. A Manu ni le vi, cuando miro en la clasificación provisional los tiempos de su equipo y de su parcial me lo imagino ya camino de Sanlúcar en autobús. Luego resultó que estaba en la misma larga cola para coger el autobús que yo (en este aspecto la organización tiene que seguir mejorando), pero él sí pudo ir en los todo terreno por la playa, a mí me tocó ir por Sevilla y llegar a Sanlúcar de noche, pasadas las diez y media. Menos mal que tuve la suerte de tener un ameno compañero de asiento, David, inglés y por casualidad residente en Fuentebravía. Aparte de comentar la experiencia e intercambiar impresiones de múltiples planes, nos intercambiamos los móviles, y al día siguiente por casualidad me lo encontré y conocí al ciclista de su equipo, americano, ¡que vive en la misma calle donde yo veraneo! ¡Lo que son las casualidades de la vida! David, if you read this, you can write a comment in english, i will be pleased to reply you alike.
33 comentarios:
A pesar de que no quedaste demasiado contento, enhorabuena. Tuvo que ser toda una experiencia esa durisima carrera por la playa. Es tremendo cómo puede ser de duro correr por la arena.
Me recuerda a lo que leí en un blog http://zupermanxx.blogspot.com/2011/07/un-dia-de-playa.html
sobre la Ultramaratona Atlantica, una prueba de 43kms en una playa de Portugal. Cuando la ví pensé que podia ser una experiencia bonita para alguna ocasion, pero al leer la cronica....
Para Javier: me he leido antes de contestarte la crónica que me enlazas, es una verdadera pasada. Mi carrera fue dura pero no tanto: más corta, muchos avituallamientos, apenas viento... Es una experiencia que merece la pena que la pruebes, sin ponerte metas de tiempo a priori.
Mucha suerte para la turtedania Trail, un abrazo.
Enhorabuena charlie, solo con terminar ya te tienes que sentir satisfecho de lo conseguido, no todos los dias se corren 30km por la playa y con esas condiciones.Animo Campeon.
Para Anibal: con eso me quedo, con el mérito de acabar una carrera así y más con tantas dificultades añadidas. El tiempo es manifiestamente mejorable, pero no es fácil llegar hasta la meta, sólo por haberlo conseguido ya debo de estar contento.
Un abrazo y hasta pronto.
CHARLIE lo que te a pasado a ti, solo le pasa a los valientes... que se enfrentan a esos retos, también se aprende de las circunstancias.
Lo que esta claro que este tipo de pruebas hay que prepararlas a conciencia para no sufrir demasiado,ya son duras por si solas.. encima con trampas (dígase la subida de la marea).. se hacen complicadas.
Lo que no te mata, te hace fuerte de cara a futuros compromisos.. así que a por ellos.
30 kms. de playa se deben hacer larguísimos, me imagino lo que es enfrentarse a la prueba completa y debe ser peor que un iron. Al final, como tú dices, has sido finisher y has cogido una experiencia valiosísima. Felicidades
Certifico tú crónica como propia Charlie,pese a que mi ritmo me sorprendió hasta a mí,quedarse sin orilla a partir de la media maratón fué duro, aún así,la rabia de perder la media que estaba sacando pudo más que cualquier otra cosa.
De cualquier forma Charlie...el simple hecho de acabar tiene muchísimo mérito y nos plantea el tema de la maratón desde otra perspectiva ¿verdad?
Venga mákina,te portaste como un heroe más!!!
Conseguido!!!!!!!!
Por cierto si ves alguna foto nuestra por ahí avisa porque yo no encuentro nada! ok!
Un abrazo!
Para Maier: las circunstancias no dependen de uno mismo, te las encuentras y tienes que apechugar con ellas. En cuanto a preparación este verano me he pateado más la playa que los que venden "LA CERVEZA, LA COCA COLA, LA FANTA..." por eso da coraje un resultado tan discreto. Lo que sí está claro es que ha merecido la pena y que estas pruebas te curten para las siguientes.
Un abrazo y hasta la próxima.
Para Miguel: sí que se hacen largos, con un paisaje tan bello pero muy monótono. Lo de hacerlo completo ya son palabras mayores, ojalá algún día lo consiga.
Muchas gracias por tu felicitación, un abrazo.
Para Manu: el salir un poco reservón hizo que me pillara la marea alta en el peor sitio (en el escalón entre el 15 y el 17). Si yo fuera tan buen corredor como tú y hubiera pasado antes, sólo habría sufrido los "seseos" esquivando los lametones de las olas.
El coraje de la mala marca no me quita la alegría de sentirme finisher. El regusto de poder mejorar siempre es un acicate para seguir luchando y compitiedo. La maratón, si no un trail antes, serán las próximas pruebas grandes donde medirme de verdad, por no hablar de mejorar la MMP en las medias.
De fotos aparte de algún album Picassa con mucha bici y de la web oficial del Desafío no he encontrado nada más, se centran mucho en los profesionales, los que llegamos después parece que contamos poco para ellos. ¿Tanto cuesta hacerle una foto a todo el que llegue a meta?
Queda pendiente el café, se me hizo tarde el domingo. Un abrazo y hasta pronto.
Muy buena crónica, hasta yo he sufrido leyendote, me imagino lo duro que debio haber sido pero a la vez lo gratificante de la llegada a meta y ser finisher. Saludos
Charli, la crónica que has escrito es la de un campeón con independencia de los tiempos. Todos los que habéis participado en el “Desafío” tenéis mi admiración y reconocimiento, especialmente tu. Porque te conozco y porque he corrido contigo, se que eres un valiente. Lo que has hecho tiene mucho mérito. Un abrazo grande. ¡Has estado genial!
Para Jose María: es verdad que fue duro y gratificante, bonito y laaaaaaaaaaargo, memorable y sacrificado. En definitiva, muy intenso. Lo mío tuvo su mérito, pero mucho más lo que hizo tu hermano, él si que fue un campeón de verdad.
Un abrazo y hasta la próxima.
Para Diego: muchas gracias por tus ánimos. Algo de mérito tendrá lo que hice, pero como sé que lo puedo hacer mejor todavía ahí se queda la espina clavada para sacarla en otra ocasión. Con coraje y arrojo suplo mi menor talento para correr, se hace lo que se puede.
Un abrazo y hasta pronto.
No dudo ni un momento en tu capacidad de progresión y mejora; y entiendo que no estés contento del todo, pero muchos no podríamos correr tantos kilómetros por arena. ¡Eres un crack Charlie!
Para Diego: te agradezco tus palabras de ánimo, sé que no es fácil lo que he conseguido, pero los cracks de verdad sóis los que correís a otros ritmos y sabéis lo que es ganar trofeos en las carreras. Yo simplemente soy un corredor más del montón, muy voluntarioso y que estoy logrando metas con las que antes ni siquiera soñaba con intentarlas.
Un abrazo y hasta la próxima.
Muy bien Charlie, acabar ya tiene su premio y la verdad llevas cantidad de competiciones acumuladas y si encima metes futbito peor todavia, de todas formas si tu mentalidad es mejorar hay que llegar descansado. ¡¡ felicidades por ese desafio !!.
Saludos
Para José: lo del futbito, además de deporte, es el vínculo de unión con los amigos de toda la vida. Cada vez nos vemos menos, por eso me esfuerzo en mantenerlo aunque sé que es en parte contraproducente para estas pruebas.
Me gustan mucho las competiciones, aunque me las tome a veces tan en serio como un examen, en el fondo son como un juego, y además cada vez tengo la suerte de poder encontrarme en ellas a más y más amigos.
Conforme me toquen competiciones más difíciles tendré que dosificar más, pero el objetivo primordial la primera vez siempre es el ser capaz de acabarlas, el tiempo es secundario porque ya habrá ocasión de mejorarlas la próxima vez.
Un abrazo y hasta pronto.
Felicidades campeón...hasta hoy no he podido ponerme al día con los blogs.
Como te han dicho muchos todo suma y esta experiencia no es cualquier cosa. Sobre todo yo creo que has ganado en fuerza mental, en lo que yo llamo capacidad de sufrimiento y que en Sevilla te hará falta.
Tengo claro que el año que viene intentaré hacerla.
Enhorabuena y un abrazo!!
Para Antonio: muchas gracias, desde luego la experiencia vivida no es cualquier cosa, fue muy especial y de todo se aprende. En esta prueba se entrena mucho el "coco", ya lo tenía bastante rodado del senderismo y del trail. En conjunto, es un entreno muy válido para la maratón, me quedo sobre todo con éso.
Espero que el año que viene consigas un equipo para poder vivirlo en persona, se lo recomiendo a todo el que le guste correr.
Un abrazo y hasta pronto, suerte para Marbella.
Enhorabuena, charlie. Ha tenido que ser una carrera dura y es una experiencia mas, sobre todo para futuras competiciones y esta misma para otro año.
Un saludo
Para Angel: muchas gracias, lo de que fue dura doy buena fe de ello, pero que como experiencia merece la pena también lo afirmo con rotundidad.
Aunque mentalmente me considero lo suficientemente fuerte, nunca está de más probarse a fondo para ver cómo superamos la situación. Y me doy cuenta que superar las dos horas corriendo se me hace muy difícil, es en lo que más tengo que incidir para entrenar bien la maratón.
Un abrazo y hasta la próxima.
¡Felicidades Carlos! Te lo has currao este verano y doy fe de ello. Lo que me parece increible es que además juegues al padel, y el lunes antes un partido de fútbol; no sé calificarlo, quizás arriesgado. En fin, disfruta de tu gesta y a ver con qué nos sorprendes para el año que viene. Un fuerte abrazo, y nos vemos pronto. Diego.
Para Diego: mucas gracias por tu felicitación. Sí que me lo he currado, aunque el resultado final haya brillado menos de lo que esperaba.
Lo del padel es esporádico, el futbito no tenía previsto jugar ese lunes por precuación, pero había problemas para cubrir la convocatoria. Fue un riesgo que te aseguro que no correré la semana antes de la maratón.
Tengo alguna sorpresa en mente para este mismo año, y puede que no sea un trail. Si se concreta, ya la colgaré en el rincón de próximas pruebas (arriba a la izquierda).
Un abrazo y hasta pronto, a ver si nos vemos en la Nocturna.
Enhorabuena, que bien describes esos increíbles paisajes, el año que viene nos vemos en la salida.
Dura prueba,mucho tiempo dandole,pero eso curte para mayores retos,date cuenta que cada vez estas mas fuerte,las molestias en cuadriceps son pura adaptacion con el entrenamiento se iran.Sigue asi que vas muy bien.
Un abrazo.
Para Daniel: muchas gracias, es mi forma de compartir la experiencia vivida, es una opción muy recomendable.
Espero que nos veamos en la salida y también por supuesto en la meta con la medalla al cuello, aunque si nos vemos antes en cualquier otra prueba pues mejor ;-)
Un abrazo y hasta la próxima.
Para Rafa: me la esperaba dura pero no tanto. La superé sólo en parte, lo de dejar de correr un rato es una espina que me sacaré tarde o (mejor) temprano.
Los cuadriceps son los músculos que más tengo que trabajar, en la bici también noto que me faltan fuerzas en ellos. Por el buen camino vamos todos los que hacemos deporte, aunque algunos vayan más rápidos que nosotros, je, je.
Un abrazo y hasta pronto.
Para Jose María: muchas gracias por hacerte seguidor de mi blog. Eres el tercer corredor del club DBM Xerez que tengo el honor de tener entre mis filas. Anímate a crear el tuyo propio, verás cómo te gusta compartir tu afición con más gente.
Un abrazo y hasta la próxima.
Emocionante la crónica, y supongo que más la llegada eh? Bueno, pues otro reto cumplido, mi enhorabuena Charlie y espero que sigas cumpliendo retos. Nos vemos en la nocturna sevillana? busca un "botellín" y allí me hallarás. Saludos
Para Luisma: me alegro de que te haya gustado como cuento mis peripecias, a pesar de lo que costó la llegada a meta me dió mucha satisfacción. Ya tengo nuevos retos en mente, no sólo la maratón: es lo que me motiva, tener siempre un nuevo objetivo que alcanzar.
En la Nocturna espero que nos veamos, aver si organizmaos una quedada, que como somos tantos si no va a ser un jaleo padre. Un abrazo.
Como les digo a mis chicos, Felicidades Finisher!!!!! Me emociona mas tu crónica que la de cualquier profesional que la termina. A mi sabras que no me importan los tiempos, prefiero las experiencias vividas y lo que se disfruta y se aprende de ellas. Y la tuya ha sido increíble.
Un saludo, Ana
Para Ana: muchas gracias por tus palabras, estoy muy de acuerdo con lo que dices. Por mucho que mejore mis marcas nunca voy a ganar una prueba, lo importante es disfrutar el momento y quedarse con las experiencias y sensaciones. Es inevitable que salga a flote nuestro lado competitivo y nuestro afán de superación, pero no debe de hacernos perder el norte.
Un abrazo y hasta la próxima.
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