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domingo, 30 de octubre de 2011

NADIE DIJO QUE FUERA A SER FACIL (SEMANA 2/18)





El otoño llegó con retraso hace pocos días. Lo hizo de forma intensa, parecía que se esforzaba en recuperar el tiempo perdido que se había dejado arrebatar de forma indolente por un verano sin ninguna prisa para marcharse. Ese exceso del principio le ha dejado sin fuerzas, y ha vuelto a ceder de nuevo terreno: del veranillo de San  Miguel estamos pasando al veranillo de Todos los Santos. En un plan de entrenamiento hay que evitar que pase algo así: es mejor ser constantes y regulares a pretender hacer los deberes antes de tiempo para luego desfondarse.



Pues algo parecido creo que me ha pasado a mí esta semana: ya sabéis que en las carreras suelo pecar de salir demasiado fuerte y luego venirme abajo, y entrenando me pasa igual. Los últimos días me he arrastrado como buenamente he podido, aprender a regular los esfuerzos sigue siendo mi asignatura pendiente. Y eso a pesar de la difícil decisión que tomé de arrinconar la dorsalitis durante estos meses, planificando con mucho tiempo las competiciones en las que voy a participar.



Cuando me puse a cuadrar el calendario, me di cuenta de que si dividía las 18 semanas en 6 ciclos de 3, me encajaba muy bien con el calendario de medias maratones que tenía en mente, haciendo una al final de la semana cero, y el resto en las que son múltiplos de 3. La primera fue la de Motril, la cual me salió muy bien gracias a que tiré de las rentas de los entrenos de verano, consiguiendo MMP y bajar por los pelos de 1h 39'. Las próximas que pretendo realizar son las siguientes:








Ya está a la vuelta de la esquina, será la próxima crónica. Tendré las ventajas de correr en una de mis "segundas casas", junto con El Puerto y Salamanca, y de conocer el terreno para tener referencias. Los inconvenientes serán la altitud (siempre por encima de los 680 metros) que me restará algo de aire, y el recorrido que no es plano del todo, hay que reservar un poco de fuerzas para el final. Objetivo: bajar de 1h 38'.





¡Cualquier excusa es buena para visitar de nuevo una ciudad tan bonita como Córdoba! Y ya de paso, será un fin de semana turístico, que la ocasión lo merece. Ventajas: clima y altitud muy similar a Sevilla, será un buen ensayo. Inconveniente: aunque en el gráfico no se refleje bien, también tiene su buen repechito en el segundo tercio, si lo paso bien los últimos kilómetros en bajada me ayudarán a mantener el ritmo.  Objetivo: bajar de 1h 37'.








DE BUEN ROLLO ANTES DE LA SALIDA
Será la primera del año que no es inédita para mí, fue mi segunda media y última en 2010. En 2011, si no hay ningún contratiempo, será la séptima, sin contar el Infinita Trail y el Desafío Doñana por ser carreras muy distintas. Mirar atrás a veces es bueno, para observar el camino que llevamos recorrido, sin olvidarnos de volver luego la vista de nuevo hacia delante y no perder el rumbo. Gran ambiente, dos cuestas considerables en el 7 y en el 17... Objetivo: bajar de 1h 36'.





DOS CORREDORES, DOS COPAS Y DOS JOYAS
Cuando la hice a principios de este año, se me atragantaron de mala manera los últimos kilómetros (la bajada kamikaze a Écija y los adoquines rompetodo). Es una de mis espinitas clavadas, confío en sacármela llegando más entero, mejorando la marca y ensayando un ritmo más cercano al de la maratón. Objetivo: bajar de 2h 5'.
*: La fecha no está confirmada, espero que no la cambien porque me descuadrarían el planning.






CON DIEGO "LIEBRESELAISE"
Hasta hace poco era aquí donde tenía mi mejor marca. El recorrido en ese sentido es ideal, totalmente llano y con largas rectas. El único inconveniente, el escaso ambiente en muchas calles de la Isla de la Cartuja. Pero esa llegada al estadio merece la pena volver a vivirla, para ir visualizando la siguiente... Interesante resaltar que este año sea tres semanas antes de la maratón en lugar de dos, así que aunque me vacíe habrá tiempo para recuperarse. Objetivo: bajar de 1h 35'.




Como podéis comprobar, un calendario variado, compensando las nuevas con las repetidas y las de la provincia de Sevilla con las del resto. Casi todas con más o menos cuestas, sólo una llana. Pensando más en la maratón que en las que me hubiera gustado hacer, me he dejado atrás muchas carreras: repetir las del año pasado en Gerena, Camas y la Alcalá Panadera, probar con carreras de cuestas como la de las Nutrias Pantaneras de Ubrique o la subida a la Ermita de Cabra, distintas como la Inferno Trail de Tolox o la Eternal Running de Iznájar... Pero he priorizado las que considero me vendrán mejor para la maratón, el resto quedan años por delante para probarlas o repetirlas. En cuanto a los objetivos de marca, son sólo referencias: igual en alguna voy muy bien y cae algún minuto más antes de tiempo que si la climatología o las sensaciones no acompañan, paso al plan B de rodaje de calidad y luego algún kilómetro de propina. Por mucho que se planifique, siempre hay que dejar un hueco a la improvisación...



Dejamos el futuro a un lado para cuando vaya llegando poco a poco y volvemos al presente de los entrenamientos. El resumen de la semana ha quedado así:


LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
FUTBITO
NATACION
GIMNASIO
NATACION
CARRERA
BICI
DESCANSO



Lunes: en el tradicional partido de futbito, después de varios años con las botas colgadas, reapareció una "vieja gloria", Agustín. Formamos el equipo de Antiguos Alumnos del colegio (Javi, Ernesto, Chema, Agustín y yo), ganando con más holgura de la que nos merecimos. Jugué muy bien en defensa, hacía tiempo que no cortaba tantos balones, pero en ataque, como suele ser habitual, no me dejé la escopeta de feria en casa...


Martes: natación por mi cuenta, 1.750 metros alternando 250 de bilateral contando brazadas (¡entre 14 y 19, mejor que nunca!), y 250 a braza. Salí muy contento, creía que el jueves me saldría del pellejo, pero luego...



Miércoles: 12x30 abdominales, cuádriceps 3x30 con 6 Kg y 1x10 con 12 Kg, biceps femoral 4x14 con 6 Kg. Elíptica: creo que tiene una puerta a otra dimensión tipo Matrix, los 3 kilómetros me salieron a 3'21", 3,13" y 3'05", ¡y sin perro!, je, je. Evidentemente no me los creo ni yo, pero sigo haciéndolos en progresivo ascendente y mejor que la semana pasada, y eso sí es real como la vida misma. Pero todo tiene un precio...



Jueves: comienza la cuesta abajo. 1.500 metros, con series de presunta velocidad de 10x50 metros, (entre 56" y 59") y 5x100 metros (entre 2'03" y 2'09"). No hace falta que nadie me diga que están fatal, ya me di cuenta yo solito. Creo que en la elíptica "corro" más con los brazos que con los pies, noté los brazos muy pesados. Así que si quiero hacer series corriendo, tendrán que ser de verdad, en la elíptica a partir de ahora el día antes de nadar sólo carrera continua y con la rueda más floja.


Viernes: por imponderables del trabajo, los 12 Km. tranquilos de por la tarde se convierten en 10 Km. rapiditos por la noche. Además elegí un sitio feo, un polígono industrial cerca de casa. Se me va la olla, pienso que mientras más rápido los haga antes acabaré, así que hago los 5 primeros en 21'40" (entre 4'15" y 4'24"). en la segunda mitad pago mi osadía y los hago en 24'10" (entre 4'34" y 5'04"). Para darme de gorrazos por la tontería que hice, ya lo sé.


Sábado: pago de nuevo los platos rotos de la noche anterior. Había quedado por la mañana con mi compañero Diego, el plan de hacer 70 Km. a 28 Km/h se transforma en 50 Km. a 26,5 Km/h. Subo más lento que los caracoles, Diego se mosquea y con motivo, me tendría que haber reservado un poco. Lo único positivo fue a la vuelta, dando caza en cuesta abajo a un pelotón a 69 Km/h (bonito número, ¿verdad? ;-) Lástima que al poco de alcanzarlos se pararan a desayunar, me hubiera venido muy bien rodar con ellos para aprender a ir en grupo.






Domingo: después de tres tropezones consecutivos en tres deportes distintos, estaba claro que hoy necesitaba descansar y reflexionar. Me ha encajado muy bien porque la tirada larga ya la tenía programada para el martes (trail por Alcalá de los Gazules con DBM Xerez y con Rabita Ruta, ya os contaré). Eso sí, ha sido un día de descanso activo con visita turística a Carmona. Mucho que ver en poco tiempo, lo que más hemos disfrutado ha sido el Alcázar de la Puerta de Sevilla (tiene más escaleras que ladrillos...), la Necrópolis (¡lagarto, lagarto!) y el Parador...¡y las tapas para comer, por supuesto!




Siempre me gusta pensar en positivo, y está claro que de los errores se aprende. Mejor será tener estos fallos al principio del plan que hacia el final. Tengo que saber dosificar mis fuerzas, en la maratón las cerca de 4 horas que estaré corriendo (¡espero que no sean más!) será muy importante el conseguir administrarlas. Para esto sirve el plan, para mejorar no sólo los músculos, los pulmones, el corazón, las articulaciones... sino también la cabeza. 

domingo, 23 de octubre de 2011

ME ENCANTA QUE LOS PLANES SALGAN BIEN (SEMANA 1/18)





Para todos los que sois más o menos de mi quinta (es decir, que ya tenéis el doble de años que de dedos, o como a mí ya os va faltando poco para ello), os acordaréis de esta típica frase del coronel Hannibal en la entretenida serie de los 80 "El equipo A". Y es que en nuestra vida estamos siempre inmersos en algún plan: desde pequeños vamos pasando de un curso a otro dentro de un plan educativo (afortunadamente, los más maduritos no hemos sido cobayas en los experimentos de algunos pedagogos meapilas), en las empresas donde trabajamos hay planes para desarrollar nuevos productos, acceder a otros mercados o arrebatar ventas a la competencia; y toda pareja tiene un plan de vida con distintas etapas: noviazgo, boda, casa, hijos...



Como no podía ser de otra manera, en el deporte también hay muchos planes, principalmente de entrenamientos y de competiciones previstas dentro de una temporada. Para los que hemos decidido participar en el/la (según al gusto de cada uno)  maratón de Sevilla, en estas fechas comienzan nuestros planes para llegar a esa fecha en las mejores condiciones posibles según el objetivo de cada uno: simplemente acabarla, por debajo de un tiempo determinado, mejorar la marca personal... Planes hay mucho por Internet, en revistas y en libros. Cada uno tendrá sus ventajas e inconvenientes, pero antes de elegir uno u otro es importante pararse a analizar nuestro punto de partida, nuestras circunstancias y condicionantes y cuál es nuestro objetivo. Éste es el resumen de mi análisis, (otro día os detallaré los objetivos) y del plan que me he propuesto.



Por edad estoy en un buen momento para atreverme con la prueba (tengo 37, cuando la corra 38). De motivación e ilusiones estoy a tope, con los lógicos miedos e inseguridades pero con confianza en que estoy en buenas condiciones para intentarlo. Parto de un estado de forma bastante bueno: no  me he hecho ninguna prueba médica al respecto (la haré en Enero), pero creo que mis niveles cardiopulmonares son adecuados, mi velocidad aceptable (suficiente para hacerla en un tiempo de la zona media), mi capacidad de esfuerzo, de sufrimiento y de resistencia al dolor ya me las he demostrado a mí mismo durante toda mi vida, y mi único lunar es la fragilidad de mis articulaciones y tendones. En cuanto a tiempo disponible para entrenar, de lunes a jueves bastante tengo con sacar una hora justita, viernes tarde, sábado y domingo sin problemas. Por último, en otros condicionantes, no debo de olvidar que no sólo soy corredor, también triatleta y practico otros deportes, por lo que debo de alternar y combinarlos todos.


Partiendo de esta base, tras documentarme y reflexionar mucho, os muestro a continuación el esquema tipo de cada semana de entrenamiento desde este lunes pasado. En mi diario de entrenamiento utilizo los colores primarios con el complemento del verde para que coincidan con los clásicos del parchís (otra de mis tantas aficiones, je, je) del siguiente modo:

AZUL. Natación. Es obvio, es el color del que vemos normalmente el agua, aunque en estado puro sea incolora.

- ROJO. Ciclismo. Por el color de mi bici, y porque me deja las piernas "al rojo vivo", je, je.

- AMARILLO. Carrera. Es el color de la arena de la playa, del albero... En definitiva, lo identifico con la tierra que más me gusta pisar.

- VERDE. Otros: futbito, gimnasio, padel... Ninguna connotación especial, hace de comodín o cajón de sastre.

Pues bien, tras esta pequeña explicación, así quedaría la cosa:

LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
FUTBITO
NATACION
GIMNASIO
NATACION
CARRERA
BICI
CARRERA



Este plan pretendo que sea flexible: por ejemplo las semanas que compita el domingo, el sábado descansaré, la bici pasará al viernes y será más suave. O cuando vaya algún fin de semana a Granada, intercambiaré el viernes por el sábado.

Antes de que muchos empecéis a tacharme de loco, os voy a dar algunas aclaraciones por anticipado:



1.- ¿¡FUTBITO LOS LUNES!? Sí, ya sé que está poco recomendado para los corredores, que sobrecargo las articulaciones, que hay mucho riesgo de lesión... Pero para mí el deporte, además de una afición, es diversión y vida social, y como ya he comentado alguna vez esos lunes son el nexo de unión con mis amigos, sin él estaríamos muy desconectados. De todas formas, si después de alguna media estoy demasiado castigado ese lunes descansaré, prometo desde ya que los dos lunes previos a la maratón me los autoprohibo, y cuando llueva, que en esta época es bastante probable, también me lo pierdo, así que no será para tanto.




2.- ¿DOS DÍAS DE NATACIÓN? No os olvidéis de mi faceta triatlética. Al ser el primer sector, es importante tenerlo bien entrenado para hacerlo sin demasiado desgaste y salir con fuerza para los dos siguientes. Pensad además que los rodajes "regenerativos", en mi modesta opinión, cumplen con la función de favorecer la eliminación del ácido láctico. Pues ese rodaje lo sustituyo por nadar los martes a ritmo "tortuguero" repasando la técnica, y así me regenero sin machacar mis rodillas, tobillos y tendones.










3.- ¿CARRERA SÓLO DOS DÍAS? La mayoría de los planes insisten mucho en kilometrajes semanales de entre 50 y 100 Km. Francamente, para mí aún no es posible. No creo que los asimilaran bien mis frágiles piernecitas, hasta que no sean más fuertes gracias al gimnasio no me atrevo (quizás cuando avance varias semanas, de momento no). Ya he sustituido el regenerativo por nadar los martes, pues un día de rodaje intermedio lo sustituyo por la bici, que no quiero dejarla aparcada (después de la maratón, en primavera, le daré más caña). Y no olvidéis que los lunes también corro, aunque sean muchas miniseries de entre 10 y 20 metros, aparte de que haré elíptica los miércoles en el gimnasio. Los viernes será una tirada de entre 10 y 15 kilómetros. La clásica e insustituible tirada larga será los domingos, entre 18 y 28. Más adelante haré una entrada explicando cómo las distribuiré cada semana.



4.- ¿Y LOS DÍAS DE DESCANSO? ¡Anda! Se me ha olvidado ponerlos. Es que soy de un despistado... Pues como el plan es flexible para que yo me vaya volviendo más duro, descansaré básicamente cuando me lo pida el cuerpo. Son innegociables e irrenunciables el gimnasio los miércoles , la natación del jueves y la tirada larga del domingo (aunque puedan moverse alguna semana de día). El resto de los días escucharé al cuerpo, y si me pide parar será lo que haga. Y si no me lo pide, pues lo obligaré mínimo un día a la semana, preferentemente los lunes o los martes.




A pesar de mis explicaciones, para calificar a mi plan quizás aún pasarán por vuestras cabezas adjetivos del estilo de insensato, insuficiente, psicodélico, surrealista o similar. Yo en cambio, además de flexible, lo considero personalizado, original, ameno, variado, llevadero... Además no es cualquier plan, es MI PLAN, y como tal debo defenderlo, por haberlo creado yo es como si fuera un hijito mío, quiero que crezcamos juntos los dos. En cualquier caso la flexibilidad hay que llevarla a sus últimas consecuencias, así que agradezco de antemano cualquier crítica, sugerencia o comentario, y si me convencéis haré cambios (os advierto que será difícil, soy bastante cabezota, je, je). Para que os hagáis una idea de su flexibilidad, ya durante  la primera semana no lo he cumplido a rajatabla, siendo éste el resultado:



LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
FUTBITO
NATACION
GIMNASIO
NATACION
DESCANSO
PADEL
CARRERA



Lunes: ¡Ganó mi equipo! A pesar de mis limitaciones técnicas y de arrastrar el cansancio de la media de Motril. Colaboré con 1 gol, 1 asistencia y 1 robo que derivó en contraataque y gol. Eso sí, me jarté de fallar pases...

Martes: 2 x (250 metros de respiración bilateral + 250 de braza para potenciar fuerza + 250 contando brazadas para ganar amplitud, entre 18 y 20) .

Miércoles: 10x30 abdominales, 4x30 cuadriceps (de momento sólo 6 Kg.), 4x14 biceps femoral (también 6 Kg), 3x1.000 metros en elíptica en nivel 3 (me marcó unos ritmos que evidentemente son irreales: 3'37", 3'30" y 3'17". Lo importante y creíble es que fueron progresivos).



Jueves: 1.750 metros, incluyendo primero calentamiento, técnica variada y 3x400 metros, en 7'45", 7'55" y 8'12". Muy contento con la primera, satisfecho con la segunda, sólo regular la tercera.

Viernes: Primer cambio y primer descanso. En teoría iba a hacer bici, pero cuando me levanté de la siesta a las 19:30 me dí cuenta de que mi cuerpo no estaba por la labor...

Sábado: Me salto por completo el plan para jugar al padel con mi amigo Javi. No jugaba con él desde Agosto, y francamente me apetecía mucho. Somos tan brutos, originales y heterodoxos que jugamos 1 contra 1, el primer set cruzado para afinar técnica y a partir del segundo a campo entero, "a cara perro". Se impuso él por mejor técnica y mayor regularidad por 8-6, 6-4 y 7-5, pero estuvo bastante igualado y hubo varios puntos muy intensos, mereció la pena el "salto a la torera".



Domingo: primera tirada larga, tenía previsto 20 Km. a cerca de 6'/Km., lo cambié sobre la marcha a 18 Km. entre 5'30" y 6'Km. Aparco cerca del Decathlon de Alcalá de Guadaira, y busco el canal del Bajo Guadalquivir. Luego cojo un desvío a la izquierda, y voy la mayor parte del tiempo en paralelo al tren, tranvía o lo que sea que están construyendo entre Sevilla y Alcalá. Me cuesta aprender a correr lento, el chivato me avisa cada dos por tres de que voy a 5'20" o a menos. A pesar de eso, consigo durante la primera hora cumplir con las medias entre 5'27" y 5'44". Voy relajado y fresco, contento por no esforzarme demasiado, el sol fuera a pesar de las amenazas de lluvia, saludo a una mujer paseando, a los ciclistas... Vamos, como diría Danae, "flower power total". La única pega es la "belleza" del paisaje: pasto seco, rastrojos quemados, fábricas echando humo, instalaciones eléctricas, casas y chabolas cochambrosas... Divino de la muerte, para haber llevado la cámara encima, je, je.


Veo un buen sitio para dar la vuelta y pasar al otro lado entre el Km. 6 y el 7, decido empezar a
recogerme por si hay desvíos e imprevistos. Llego antes de tiempo a las cercanías del Decathlon, y me pongo a dar vueltas por los carriles. En uno de ellos la sorpresa del día: ya he pasado por varios terrenos vallados con perros ladrando, pero en el Km. 14, uno de ellos está abierto... ¡y un perro negro grandullón (no entiendo de razas, y en estos casos me acuerdo de la fábula de los galgos y los podencos) se viene corriendo hacia mí! Media vuelta del tirón y a entrenar una serie anaeróbica única aunque hoy no tocaba. Normalmente en estos casos con un pequeño sprint los perros se dan por satisfechos y se vuelven, ¡pero éste insiste en seguir persiguiéndome! Le escolta uno más pequeño blanco, el cual me va cerrando poco a poco por la izquierda. ¿Reminiscencias de la caza de presas en manada? De reojo veo al negro cada vez más cerca, no sé si se conformará con asustarme o tratará de hincarme el diente. Por un momento pienso en tirarle la botella de agua que llevo, pero no sé si servirá de algo. Para la próxima vez me apunto el consejo de llevar una piedra en la mano.


Al rato largo (soy incapaz de calcular si fue menos de un minuto o más de dos), cuando ya me estaba quedando sin fuelle, el negro me deja tranquilo, el blanco insiste un rato más y luego también abandona la "caza". A una distancia prudencial paro de correr y respiro entrecortadamente, tardé por lo menos cinco minutos andando en recuperarme como para poder empezar a correr de nuevo. Evidentemente durante el tiempo que jugué al "corre que te pillo" no me entretuve en mirar la velocidad media, ya en casa consulté el reloj y alcancé una velocidad punta de 22,6 Km./h, que equivalen a 2'39" el kilómetro. A esa velocidad, hubiera corrido el maratón en 1h 51' 49", y hubiera destronado a Makau. Me debería plantear patentar este sistema, esto si que es hacer "de liebre". ¿Quién es el descerebrado que tiene perros así sueltos? Todavía me estoy pensando en ir a la Guardia Civil a poner una denuncia. 


Los últimos kilómetros, aún con el corazón en la boca, con los primeros síntomas de cansancio y las rodillas empezando a quejarse los hice como pude entre 5'45" y 6'/Km. Tiempo final, 1h 42', a 5'40" de media, que extrapolándolo según la fórmula de Pete Riegel hubiera equivalido a hacer el maratón en 4h 11' 38", no demasiado lejos de mis objetivos. Buen ritmo para este tipo de rodajes, poco a poco iremos aumentando la distancia y tratando de mantener un ritmo más homogéneo aún. Para la próxima semana (que ya está bien por hoy), os contaré mi calendario de medias maratones, espero coincidir en cada una de ellas con muchos de vosotros. ¡Chao!

lunes, 17 de octubre de 2011

POR FIN HE SALDADO UNA VIEJA DEUDA







En más de una ocasión os he comentado que el deporte siempre ha estado presente en mi vida, pero luego me he dado cuenta de que esa afirmación no era cierta al 100%. Cuando acabé mis estudios y comenzó mi vida laboral, estuve un año entre Coín y Motril a las órdenes de uno de esos megabancos que nos fríen a comisiones e intereses, y luego necesitan ayudas públicas porque no han ganado lo suficiente para atender los sueldos, bonus y similares de su cúpula directiva. Pues mientras fui un sumiso siervo de esa "gentil" entidad financiera, gracias a sus "cómodos" y "razonables" horarios, junto con las obligaciones propias del hogar de un humilde arrendatario, no tuve la oportunidad de mover el esqueleto nada más que las noches de fin de semana entre copa y copa y al son de la música, así que mis zapatillas de deporte estuvieron esa temporada criando polvo en el armario.




Este paréntesis involuntario lo he podido compensar en parte cuando he vuelto a la capital de la Costa Tropical Granadina (a la que hacía tiempo no rendía visita y de la cual guardo, a pesar de todo, bastantes buenos recuerdos)
para competir en la 28ª Media Maratón Ciudad de Motril, si no me equivoco la tercera más veterana de Andalucía tras la de Los Palacios y la de Granada. Allí pude conocer en persona en la salida a Tomás, un experimentado corredor de Almuñécar, acompañado de su mujer y del resto de miembros de su club, además de mi reencuentro con la numerosa expedición roteña: David, Currito, Antonio, Andrés, Taca, Manuel, etc., que acompañados de sus mujeres disfrutaron durante el fin de semana del tiempo veraniego, de la estancia en el hotel y de los bares y tapas motrileños.




La salida fue puntual y ya se notaba que el calor iba a darle un plus de dureza a la prueba. La amplitud de la Avenida de Salobreña no es capaz de abarcar con facilidad a los casi mil corredores que allí nos reunimos, y el atasco sólo me deja hacer el primer kilómetro en 4'55". El segundo y el tercero, en ligera subida hacia la parte alta de la localidad, consigo coger un buen ritmo de 4'35". El cuarto y el quinto, ya en bajada y pasando de nuevo por el arco de salida, a 4'20". A partir de aquí salimos hacia la carretera en dirección a las playas y al puerto, donde se desarrolla el grueso de la prueba.



Uno de los aspectos en los que se demuestra la buena organización de la prueba es en la raya amarilla pintada que marca el recorrido, que nos recuerda a los más talluditos al primer programa que hizo Emilio Aragón sin el traje de payaso, "Ni en vivo ni en directo". Dicha raya nos lleva a todos por largas rectas donde me sigo manteniendo entre 4'30" y 4'35". A partir del kilómetro 10 ya me muevo más cerca de los 4'40", y comenzamos a dar vueltas y más vueltas entre hoteles, chalet y glorietas, cruzándonos al principio con la cabeza de la prueba y a partir del 13 comienza el camino de vuelta y somos nosotros los que nos cruzamos con los que aún van de ida. En el 14 noto el primer signo de flaqueza, y lo hago en 4'55". Ya desde el principio soy consciente de que en la segunda parte el ritmo iba a ser un poco más lento, pues desde el Desafío Doñana he estado un mes sin entrenar el fondo... bueno, a decir verdad he estado un mes corriendo muy poco, un sólo entreno de 8 Km. y tres carreras (Nocturna, Pilar y Alcalá). Aun así me mantengo bastante bien, entre 4'40" y 4'50" en prácticamente todos los kilómetros restantes. Y eso a pesar del calor, un ligero viento en contra y una suave pendiente en la vuelta desde el puerto hasta Motril.



En esos últimos kilómetros me cruzo con Manuel, me alcanza Taca, alcanzo yo a Andrés, a falta de menos de dos kilómetros Currito (que hoy POR FIN ha podido correr de nuevo, aunque fueran sólo 7 kilómetros) y la delegación femenina roteña nos animan para el final... La verdad es que la carrera con compañía se hace bastante más llevadera. Aprieto un poco con las energías que me restan, y consigo MMP bajando por los pelos de 1h 39 minutos (1h 38m 58s). Esta marca tiene para mí además más valor que la anterior por el calor, las cuestas, no contar con liebre, llevar un mes corriendo muy poco... Además, aunque se supone que la distancia estaba homologada, los GPS marcaron en general alrededor de 21.300 metros, por lo tanto la marca equivalente sería de 1:38:06.  Así que bastante contento, aun sabiendo que tan pronto como fortalezca las piernas y por lo tanto no me desfonde al final, la bajaré 1 ó 2 minutos más sin demasiados problemas.




Tras la buena carrera, vuelvo a cruzarme en el área de meta con Tomás, que ha hecho 1h 32m sin necesidad de  forzar la máquina, y luego me reúno con Matraca & Cía. para comentar la jugada y animar a los corredores que van llegando, aliñando la espera con la charla, las cervezas y las tapas. El día cero del plan para la maratón desde luego ha sido difícil de mejorar, la semana que viene os contaré cómo afrontaré mi próximo gran reto.

domingo, 9 de octubre de 2011

LA CARRERA DEL NARANJO... Y DEL MANZANO, DE LAS PATATAS, DE LAS CEBOLLAS...


En estos tiempos de crisis, donde hay tanto paro, sueldos congelados o con más recortes que algunos corriendo en las curvas, la inflación subiendo como Pantani, Chava JimenezRoberto Heras... y todos rezándole a Trichet (a partir de ahora a Draghi)  para que deje los intereses quietecitos, una carrera como ésta, en la que te ahorras ir al super durante la semana siguiente viene bastante bien para ayudar a llegar a fin de mes.







Conocía la carrera gracias a que el año pasado Carlos la corrió y comentó esos detalles en su blog. Aparte de por la generosa y original entrega de viandas al llegar a meta, me atraía el recorrido por Alcalá de Guadaira: ya había corrido otra prueba aquí el año pasado, y sabía lo que me iba a encontrar: cuestas, tramos de albero, recorrido duro y exigente... y esas características vienen muy bien para darle caña a las piernas e irlas fortaleciendo.





Como ésa es una de mis asignaturas pendientes, incidí en ese aspecto en los entrenos de la semana: el miércoles volví al gimnasio después de todo el verano sin pisarlo (la última vez fue el 31 de Mayo). Sólo hice tres ejercicios, rotando continuamente: abdominales, cuadriceps y biceps femoral. Salí cargadito, pero contento con el trabajo realizado. El viernes en la bici noté los resultados: en las pendientes suaves y prolongadas de Entrenúcleos ya no me atrancaba tanto, mantenía un ritmo más presentable. A estos dos buenos días sumadle el futbito el lunes, natación con series rápidas el jueves y con técnica y plásticos varios el sábado, e imaginaros cómo llegué de "descansado" a la carrera esta mañana.



La cita era en el recinto ferial, no tuve la picardía de llegar hasta allí para aparcar, sino que dejé el coche en el primer sitio que encontré cuando empecé a notar el ambiente, así que el calentamiento lo inicié con Pilar con un paseo, aunque fuera cuesta abajo. Tras recoger el dorsal (suerte de ser aún Senior, la cola de Veteranos era mucho más larga), me encuentro a un antiguo compañero de trabajo, Manuel, al que hacía tiempo que no veía. Una buena charla de actualización, y cuando me dirijo a calentar me encuentro a Antonio, el embajador en Sevilla de los Rabita Ruta. Saludo e intercambio de planes: coincidiremos en Motril y Granada, y quién sabe si en el santuario de Cabra.  Me dirijo con tiempo al arco de salida, bien situado para todos los que éramos pero...



...¡BANG! Comienza la carrera, las calles son estrechas y hay atasco. Hay quien sube y baja bordillos para adelantar, pero no me arriesgo. En la primera cuestecita veo mucha gente por delante, demasiada: todos los listillos que se ponen por delante del arco. Si hubiera chip y alfombra en el arco, no podrían hacer esa pillería. Hasta que salimos del pueblo no consigo un buen ritmo, los dos primeros kilómetros a 4:40 y 4:32. El tercero ya es por carretera y picando un poco hacia arriba, con más anchura y el grupo más estirado conecto la velocidad de crucero y cae en 4:26. En el cuarto giramos 180º y nos metimos en un carril de albero, saludos tipo Villarriba y Villabajo entre los corredores que se conocen. Ahí tenemos dos kilómetros cuesta abajo, el primero suave y continuado y el segundo irregular y más fuerte. Aguantando el genio como manda el Maestro Matraca, no me acelero más de la cuenta y los hago en 4:23 y 4:24.



EVIDENTEMENTE, NO ES MI PIERNA
En el sexto comienzo a verle las orejas al lobo: hay subidas bastante pronunciadas y el ritmo empieza a resentirse (4:44). Salimos de nuevo al asfalto, en el séptimo llaneando llega el canto del cisne (4:33). A partir de ahí comienza mi día de la marmota: al igual que la semana pasada en Montequinto, tengo fuelle en los pulmones y energía suficiente, pero los cuádriceps se bloquean por la tralla semanal, y las cuestas van pasando factura: octavo en 4:46, y los dos últimos de nuevo por albero en 5:03 y 5:00. Me adelantan muchos de los que había pasado antes, llego a meta en 48:30, eso para los 10.500 metros del recorrido significa un ritmo medio de 4:37.







Como me suele pasar, me quedo satisfecho a medias. Es mi segunda mejor marca en un 10.000, a pesar de la dureza del recorrido y de no llegar precisamente fresco y descansado. Además, en vez de compararla con las carreras llanas de los distritos, debería de hacerlo con la de Alcalá del año pasado. Aunque aquella fue de 15 Km., el ritmo fue de 4:58, claramente inferior. Esperaba mejor marca, pero las condiciones de la carrera no eran para ir de liebre, sino de caballo percherón, y las personales para haber hecho un rodaje tranquilo. Después del macroavituallamiento de meta, saludo a otros conocidos: Samuel que roza los 4 minutos casi sin querer, Luisma que como la carrera le sabe a poco corre antes y después, Anabel de Los Lentos a la que le dejé mi número para el sorteo porque teníamos prisa...



Las carreras-test de velocidad las dejo de momento aparcadas. Ahora vienen las carreras-rodajes para la maratón. Este año haré más medias maratones que el año pasado, quizás alguna de ellas no me la plantee para hacer marca, sino para ensayar el ritmo de la maratón, metiéndole algún kilómetro de propina antes o después. Los exámenes parciales son sólo para ver qué tal se lleva el curso, el importante es el examen final, y para ése ya tenemos día y hora. Parece que queda mucho, pero el tiempo vuela...

lunes, 3 de octubre de 2011

UNA MULTITUD ALOCADA, UN PUÑADO DE HEROES INVENCIBLES Y UN HOMENAJE POR PARTIDA TRIPLE





Me ha salido un título para la entrada muy barroco y recargado, más apropiado para un capítulo de la entretenida y surrealista serie de "La que se avecina" (aunque no tenga la genialidad de "Aquí no ha quien viva") que para un blog de deporte. Pero es que la ocasión así lo ha requerido: ha sido un fin de semana muy intenso, con mi primer doblete otoñal y séptimo de la temporada, intercalado con mi asistencia como espectador a la más importante prueba del triatlón andaluz, el Titán. ¿Y cómo resumo yo todo éso sin que os aburráis y os hartéis de mí? Lo intentaremos, a ver qué tal queda el reconcentrado.





1º. 23ª Carrera Nocturna del Guadalquivir (30/09/11). Para algunos será su primera carrera de la temporada tras haber descansado en verano, para otros la última del verano antes de empezar a entrenar en serio, para muchos la única que corren en todo el año... En cualquier caso, esta carrera es muy distinta a las demás, escapa al ámbito deportivo para convertirse en algo más lúdico y social. Por ese motivo tanta gente la corre disfrazada, cantando... Como diría Florentino (el gracioso, no el serio) es... ¡Otra Movida! (no me he podido resistir a poner a este par, una rubia y una morena que ríete tú de las del chotis).



Había quedado con dos amigos, Javi y Chema, para hacerla juntos, charlando con ellos y sin agobios. Con tal muchedumbre de gente (las primeros estimaciones elevan el número de participantes a alrededor de 23.000 corredores) no fuimos capaces de encontrarnos. Sí que coincidí con Carlos, con quien hice toda la carrera juntos. En la salida pude ver a mi amigo/compañero/relevista/liebre Diego, aunque él se fue desde el principio para adelante con la idea de hacerla más rápido. También había quedado con Álvaro, para darle su dorsal. Hicimos juntos los primeros kilómetros, y luego aceleró para probar sus nuevas zapatillas.



De la "carrera" por llamarlo de alguna manera, poco que contar: una procesión interminable de corredores y disfraces de lo más variopinto, destacando por su originalidad los del video de abajo. La llegada al estadio es un verdadero espectáculo: correr sobre la pista, con los focos, el público en la grada... Cuando se cruzan los dos túneles y las masas de corredores se saludan y se jalean también es un momento digno de verse. Lo que no me gustó de llegar este año más retrasado fue la masificación en los avituallamientos, con alguna gente perdiendo los papeles. El deporte y la educación siempre deben de ir de la mano, que no se nos olvide éso nunca.











2º. VII Triatlón Titán Sierra de Cádiz (01/10/11). Desde que escribo este blog una de las ideas que siempre he querido transmitir es que el triatlón es un deporte que, aunque entrañe cierta dificultad, está al alcance de todo el que desee practicarlo si se le dedica el tiempo suficiente para entrenar y se cuenta con ganas y fuerza de voluntad. Pero después de lo que vi ayer tendré que tragarme en parte mis palabras: hay pruebas que no son accesibles para cualquiera, que están reservadas a deportistas de verdad, donde sólo por atreverse a plantarse en la línea de salida ya se es digno de admiración y donde todo el que llegue a la meta, con independencia de la marca que haga, es un campeón en toda regla. Ni que decir tiene que ésta es una de ellas.




El Titán de por sí cuenta con un recorrido muy duro, especialmente las subidas en bici a Las Palomas y El Boyar y los últimos kilómetros de la carrera a pie en esas cuestas interminables para entrar en la plaza de Zahara de la Sierra. A todo esto se añadió que la climatología en esta edición no fue precisamente benigna con los valientes competidores: un calor impropio para estas fechas del año que desgasta mucho más el organismo, y un viento enfurecido que maltrató a los ciclistas, provocando la caída de más de uno de ellos.  Afortunadamente, a pesar de todos estos contratiempos, los valientes amigos que allí lucharon a cara de perro fueron capaces de sobreponerse a tantas dificultades unidas y completar con gran bravura la prueba.




Allí pude contemplar (junto a Fernando y dos compañeros suyos de Los Botellines) en acción por primera vez a Álvaro, que fue el que supo dominar mejor la prueba, y con el que luego tuve la suerte de poder charlar un buen rato; a Lay, que también consiguió vencer a las duras condiciones y llegar al final bastante entero, acompañado de un numeroso grupo de compañeros de equipo, entre ellos otro máquina como David; a Manuel Olmo, uno de los más veteranos del Titán (finisher en todas las ediciones menos una), logrando la hazaña una vez más, y ya van seis...







... a Jonnathan, que es de los que mejor sabe disfrutar del deporte cuando compite, y además se le ve que lo hace, a Daniel, debutando muy joven y con mucho mérito en esta difícil edición, siendo capaz de correr toda la cuesta hasta el final...









Todos ellos se ganaron a pulso los aplausos y el ánimo del numeroso público allí reunido en el área de meta. Pero el que tuvo un recibimiento muy especial por la cantidad de gente que hasta allí se desplazó para ser testigos de su hazaña, con camiseta colectiva incluida,  fue Óscar, quien además nos hizo a muchos partícipes de su preparación narrándonos todos y cada uno de sus entrenos. Fue capaz de vencer al Titán, aunque éste le hiciera sufrir de lo lindo, y nos emocionó a todos con su agónica llegada a meta. Nos demostró a todos que con ilusión hasta los objetivos más difíciles pueden estar a nuestro alcance. ¡Enhorabuena, machote!





No quiero ni puedo finalizar este tramo sin antes extender mi felicitación al resto de participantes: a los que lo acabaron y a los que no, a los que debutaban y a los que ya tienen varios titanes en su haber, a los que lograron la marca que se habían propuesto y a los que se quedaron cerca o lejos de ella... Todos ellos fueron verdaderos héroes como los de las epopeyas griegas: fuertes como Hércules, fieros como Ajax, nobles como Héctor, atrevidos como Perseo, luchadores como Aquiles, astutos como Ulises... cuando ya iba de vuelta en coche, a pesar de que ya habían pasado las ocho horas de límite para entrar dentro del control, vi todavía a bastantes corredores subiendo a Zahara e incluso alguno que aún no había cruzado la presa. El reconocimiento oficial como finisher para ellos ya no era importante, de lo que se trataba era de demostrarse a ellos mismos que eran capaces de llegar a esa plaza tan especial para todo el que dispute el triatlón más mítico de nuestra tierra.





3º. XVI Carrera Popular Virgen del Pilar (Montequinto). Uno de los motivos de no correr a tope en la Nocturna, aparte de la imposibilidad manifiesta de hacerlo a menos que se salga desde las primeras filas y se tenga un ritmo de primera categoría, era el reservarme para esta carrera del domingo. En ella fue la primera vez que corrí a 4'30" el kilómetro, y desde entonces poco más he progresado, debido a la diversificación de los entrenos entre las tres modalidades y a que en carrera me he centrado más en ganar fondo que en aumentar el ritmo. Quería "medirme" hasta dónde podía llegar en esta carrera, aunque no estuviera al 100% del todo: sigo arrastrando pequeñas molestias, aún no me he recuperado del todo de la carrera de Doñana, un poco de cansancio de la Nocturna y de subir y bajar por la cuesta de Zahara...


Intercambiando impresiones con los compañeros blogueros que coincidí en meta comprobé que quien más quien menos tenía algún lastre para esta carrera: Manolo corrió la semana pasada nada más y nada menos que 78 Km. en la Xtreme Breña de Barbate, Daniel lleva arrastrando una lesión y sin competir desde Abril, Ricardo acaba de salir de un resfriado... Y para dos que estaban sin problemas, como Diego y Rosalía, el día se presentó de nuevo con unos calores más propios del verano que del recién estrenado otoño. Vamos, que estábamos como para hacer un cuadro con todos juntos.


En esta carrera pude por fin coincidir con uno de mis mejores amigos, Javier, otro que en el deporte ha probado todos los palos habidos y por haber. Un gran futbolista, se defiende también en baloncesto, con la raqueta en la mano (tenis, padel, ping pong...) bastante más competente que yo, animoso esquiador por cuenta propia, también ha probado hasta con el golf... Lástima que la natación no le guste mucho y que la bicicleta la tenga abandonada, porque si no tendríamos a otro triatleta compitiendo. En el mundo de las carreras empezó antes que yo, ha corrido muchas Nocturnas y de Distrito, y también varias medias maratones. Aunque hayamos corrido varias veces en la misma carrera, con las bullas de Distrito y de la Nocturna nunca hasta esta vez habíamos podido vernos antes de la salida, ni siquiera después en la meta. Menos mal que hemos roto de una vez por todas con esa tradición no deseada.


La salida se retrasó bastante entre el reparto de dorsales y de chip y la disputa previa de las carreras de categorías inferiores. Así que cuando empezamos a correr eran casi las once de la mañana y el sol ya estaba castigándonos bastante. Salgo con Diego, que al igual que yo quería hacer una carrera entre 4'15" y 4'20". Como estamos bien situados en la salida, no tenemos problemas de atascos. Muy bien en la primera vuelta, regulando y sin irnos de madre, y manteniendo el ritmo en las subidas (dos fuertes en los dos puentes sobre la vía del tren y dos suaves pero mantenidas en las otras dos rectas). Hasta el kilómetro 5 aguanto bien ese ritmo, pero a partir de ahí poco a poco me desfondo. Y esta vez no fue el flato ni la respiración, fue el cansancio de piernas, con los dichosos cuadriceps dando de nuevo la nota. Ni siquiera las carreras por la playa me han servido para fortalecerlos lo suficiente. Así que otra vez entro en meta perdiendo fuelle: 4'25", 4'35" y 4'40" en los tres últimos kilómetros. Tiempo total de 35'48" para los 8.200 metros de carrera, a 4:22 de media.




Es sólo una pequeña mejora con respecto al año pasado, pero siempre será mejor que nada. Sé cuáles son mis puntos débiles (respiración y potencia de cuadriceps), así que ya va siendo hora de hacer los entrenamientos adecuados para mejorar en esos aspectos (abdominales, series y cuestas), pero sin descuidar el fondo para la maratón. Hubiera querido hacerla un poco mejor,  por algo la hice con la camiseta del día anterior, para sumar mi pequeño homenaje a todos los titaneros al que la Guardia Civil realiza a su patrona con esta carrera y al que todos los corredores le hacemos asistiendo en gran número a esta carrera (tan bien organizada y con una bolsa para el corredor tan completa) a este esforzado y voluntarioso cuerpo por la inestimable labor que llevan a cabo.